Una persona muerta en Galicia a causa del temporal

Una persona muerta y daños de consideración en la agricultura, la pesca y en la industria son las consecuencias del temporal que se abatió sobre Galicia durante el miércoles y el jueves. Algunas zonas siguen todavía incomunicadas, y son numerosas las carreteras cortadas o que presentan dificultades para la circulación.En la carretera de La Cañiza a Pontevedra se hundió un puente sobre el río Parada en el preciso momento en que una furgoneta rodaba sobre su calzada, que se precipitó a las aguas. El conductor, José Ignacio Martínez Moreira, resultó ahogado y su cadáver apareció ayer doscientos metros más abajo del puente. Un joven que le acompañaba pudo salvarse y fue recogido del río pidiendo auxilio a un coche que se acercó al lugar del suceso, entre las localidades de La Estaca y Berducido, en el municipio de Fornelos de Montes (Pontevedra).

No muy lejos de allí, en el valle orensano del río Avia, una zona de explotación de viñedos ocho personas quedaron, aisladas por las aguas, que inundaron el camping de Leiro. Cuatro de ellas fueron recogidas por los bomberos de Orense, pero las restantes, entre las que había un matrimonio de edad avanzada, pasaron la noche en la parte alta de una casa inundada y fueron recuperadas ayer por la mañana.

Los daños en esta comarca orensana de El Ribeiro son cuantiosos, al afectar las aguas de los ríos Miño y Avia extensas zonas de viñeldos. Los labradores de Leiro atribuían en parte el desbordamiento a que, según ellos, la empresa FENOSA hizo evacuar demasiada agua de la que se almacenaba en el cercano pantano de Alvarellos.

En Lugo las aguas del Miño inundaron los barrios periféricos de la ciudad. El mal funcionamiento del alcantarillado convirtió en un verdadero lago el barrio Paraday, en la misma ciudad. En otros puntos de esta provincia los ríos Sarriá y Coleiro inundaron varias calles de la villa de Sarriá y las tierras de sus contornos.

Las comunicaciones aéreas siguieron interrumpidas durante el día de ayer. Los daños causados en edificaciones antiguas son innumerables y se da la circunstancia de que el viento abrió grandes filtraciones de agua en el palacio de Rajoy, sede de la Junta de Galicia y del Ayuntamiento de Santiago.