Ocho meses en espera de juicio
Aprobada la Constitución se abre un nuevo período en el que, según m parece, la libertad personal quedará asegurada, al menos la Constitución así lo contempla mediante ley, pero nosotros quisiéramos referirnos a quienes se encuentran privados de dicha libertad en las cárceles de nuestro país.Según reza el segundo apartado del artículo 17: «La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos.» Nos alegramos profundamente de que así sea, pues nosotros llevamos ya ocho meses esperando que, mediante las pertinentes averiguaciones, se esclarezcan los hechos concretos que se les imputan a los encartados del caso ERAT (acusados de la formación de un grupo armado y de la sustracción de cinco millones de pesetas con destino a la parte de nuestra sociedad que más sufre las consecuencias de la crisis económica: los parados) y que de esta forma puedan acceder a un juicio lo antes posible, tal como establecen las normas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconocida y ratificada por nuestra Constitución.
Ante nuestra premura por resolver esta difícil situación, la objeción más evidente es la que hace referencia a la necesidad de esperar a la elaboración de las leyes constitucionales para resolver casos como este. Pero tan obvio como esto, si no más, es el hecho de que los pueblos de nuestro Estado han dado su respaldo a esta Constitución, en primer lugar, porque contempla las libertades democráticas (aunque no de manera plena y a pesar de los aspectos reaccionarios y en cierta forma continuistas que también contempla), que nos han sido negadas durante la dictadura de Franco. Y sería necio y de un talante antidemocrático, del que los trabajadores estamos hartos, tomar esta confianza como margen de maniobra para hacer desde el Gobierno y el Parlamento todo lo contrario de lo que hemos votado, en vez de ponerse de inmediato a elaborar las leyes que permitan, ya, el ejercicio pleno de dichas libertades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.