La subida del precio del crudo justifica un nuevo cuadro de precios energéticos

Los servicios técnicos de la Administración han iniciado ya los estudios técnicos que acompañarán al cuadro de propuestas de nuevos precios para los productos energéticos, que el Gobierno estudiará en una próxima reunión.

El aumento de precios de los crudos decidido por la OPEP el pasado fin de semana en Abu Dhabi obliga a un reajuste inmediato de los precios energéticos para absorber el incremento de costes en origen. Al tiempo proporciona la oportunidad para proceder a una revisión de las actuales tarifas con arreglo a los criterios contenidos en el Plan Energético Nacional, pendiente de la discusión de las Cortes.El primer tema que debe dilucidarse es si se procede a un solo aumento para todo el año del orden del 10 % global o si bien los aumentos se realizan de forma gradual, al tiempo que se reajusta el precio de los crudos en origen. El primer sistema tiene un efecto inflacionario más espectacular a principios de año, aunque a cambio ofrece la ventaja de un solo reajuste de tarifas. Es previsible que se opte por un sistema medio de dos aumentos, uno a principios de año y otro a mediados, que combine las ventajas e inconvenientes de los dos sistemas anteriores.

Un segundo aspecto a considerar por el Gobierno es el porcentaje de repercusión del aumento de costes por productos. En principio, una repercusión proporcional indiscriminada parece poco razonable, sobre todo a la vista de que algunos productos -fuel, gasoil, gasóleo para calefacciones- se benefician de sustanciosas subvenciones con cargo a la renta de petróleo. El litro de gasóleo para calefacciones, que hoy cuesta 6,5 pesetas, puede considerarse como uno de los productos más baratos del mercado, más incluso que el agua embotellada, lo cual parece poco razonable.

Un tercer elemento a tener en cuenta es el referente a la política de precios disuasorios para reducir los niveles de consumo energético. El Plan Energético a lo largo de las.sucesivas redacciones ha contemplado este planteamiento y todos los expertos coinciden en el mismo punto.

El hecho de que las importaciones de crudos en 1979 cuesten a España unos 5.300 millones de dólares da idea de la importancia de una reducción de los consumos. El aumento de precios decretado por la OPEP para 1979 supondrá a España más de 475 millones de dólares, es decir, más que el valor de todas las exportaciones de calzado, uno de los productos españoles más competitivos enel exterior.

Técnicos de los Ministerios de Industria, Economía, Hacienda y Comercio, competentes en materia de precios de la energía, estudian en estos momentos el cuadro de alternativas de precios que el Gobierno tendrá que discutir en sus inmediatas reuniones. Se espera que antes de mediados del mes de enero se fijen los nuevos precios para los derivados primarios del petróleo: fuel, gasoil, gasolina, queroseno, naftas y asfaltos y que sucesivamente se repercutan estos aumentos de coste en los productos manufacturados.

Aunque aún no se ha calculado el efecto sobre el índice de precios de la subida de los crudos, medios técnicos de la Administración estiman que no será inferior al 1,5 %.