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"La financiación privilegiada no cabe en una economía de mercado"

«Creo poder afirmar que ha pasado lo peor, pero al mismo tiempo no podemos bajar la guardia, y la política monetaria seguirá siendo restrictiva en 1979, pero menos que en 1978. La clave está en la reducción de la inflación, que es el único medio de mejorar el nivel de actividad de la economía», manifestó ayer el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, en su intervención en la sesión sobre política monetaria y política crediticia convocada por la Asociación para el Progreso de la Dirección.

El señor Alvarez Rendueles explicó ampliamente las características de la política monetaria aplicada en el año 1978, de la que dijo que era la única posible. «No se puede dar financiación privilegiada en una economía de mercado, ya que son cosas antagónicas», dijo, contestando a una alusión realizada por uno de los ponentes.Respecto a unas manifestaciones que se han realizado recientemente, en el sentido de que se había abierto el «grifo» en materia monetaria, el señor Alvarez Rendueles dijo que el crecimiento de las disponibilidades líquidas se está ajustando a las modificaciones introducidas en el mes de septiembre último, con lo que a fin de año el incremento de la cantidad de dinero será del 19,5%. Las previsiones de crecimiento de las disponibilidades líquidas en el mes de diciembre apuntan a un crecimiento de las mismas de entre el 14 % y el 16 %.

Para el año 1979, las magnitudes monetarias en términos reales deberán moderarse lo más posible, mientras que el crédito al sector privado deberá aumentar al mayor límite posible, y el Banco de España tratará de contribuir a un descenso de los tipos de, interés. Según el gobernador existe ya un programa de política monetaria para el primer semestre del año, en el cual se prevé a mediados de enero la absoluta ,necesidad de drenar del sistema unos 70.000 millones de pesetas, acudiendo para ello a alguna medida entre las cuales en estos momentos el Banco de España estudia como alternativas la modificación del coeficiente de caja, el establecimiento de depósitos obligatorios en el banco emisor o la emisión de bonos del Tesoro. El crecimiento de las disponibilidades líquidas durante el primer semestre deberá ajustarse a una tasa del 18%, concediendo especial atención a la expansión del crédito y controlando rígidamente el comportamiento de los factores autónomos.

El señor Alvarez Rendueles salió al paso de las críticas realizadas últimamente, que también tuvieron eco en el curso de la reunión de ayer a propósito del sistema de adjudicación de activos líquidos por medio de la subasta. Señaló que la cantidad de dinero que se proporcionaba por este sistema a las entidades de crédito es muy residual y que los tipos de interés que se han producido en el mercado en el tercer trimestre del año no tiene como consecuencia incremento real del coste del dinero, ya que las cantidades que se manejan son muy pequeñas. El conjunto del dinero que los bancos toman en el mercado interbancario apenas representa el 1,5% de los recursos ajenos de la banca, y el conjunto tanto del interbancario como de toda la financiación que se facilita a la banca desde el Banco de España no representa más que el 5 % de todos los recursos ajenos de los bancos. El coste promedio durante 1978 de todo este volumen de financiación ha oscilado entre el 8 y el 10%.

Crédito oficial

El presidente del Instituto de Crédito Oficial, Rafael Bermejo, analizó en su intervención el desarrollo de dicha institución durante el año 1978, en el que el incremento neto de las cuentas de crédito será del 22%, lo que supone que el crédito oficial ha proporcionado al sector privado unos recursos nuevos durante el año 1978 por importe de 190.000 millones de pesetas. Esto quiere decir que el crédito oficial ha tenido en 1978 una actuación dinámica en el conjunto del sistema crediticio, creciendo algo más de seis puntos por encima del crecimiento medio del crédito total, que se situará en un 15,6%.Para el año 1979 el crédito oficial recibirá 140.000 millones de pesetas del Tesoro, y la cantidad de dinero que se deberá captar en el mercado ascenderá a 70.000 millones de pesetas, con lo cual se cumplirá el requisito establecido en los pactos de la Moncloa en el sentido de que un tercio de la financiación de los bancos oficiales deberá proceder del mercado. Junto a esta nueva estructura de los recursos, el crédito oficial experimentará un cambio importante en la estructura de sus costes financieros, y deberá también dotarse de nuevos sistemas de gestión. Los 70.000 millones de pesetas citados deberán obtenerse en el mercado exterior (unos 40.000 millones), y por medio de emisiones en el mercado interior.

«Por otra parte, el crédito oficial -dijo el presidente del Instituto de Crédito Oficial- funcionará con nuevos criterios a partir del año próximo en materia de operaciones de crédito. Estos nuevos criterios suponen una creciente adaptación de los tipos de interés a los del mercado, un mayor énfasis en la financiación a medio y largo plazo facilitada a las medias y pequeñas empresas y un nuevo sistema de asignación de los recursos en el que los criterios sectoriales dejen progresivamente el paso a otros criterios más en función de la calidad de los proyectos y la relevancia de las inversiones. »

El único empresario presente en la reunión en calidad de ponente, el señor Enrich Valls, señaló que la política monetaria es el único instrumento que se está utilizando para luchar contra la inflación, y que se convierte en peligroso cuando se maneja inspirado por el miedo cerval a unos aumentos de precios cuyas causas no son las convencionales y cuyo remedio, por tanto, tiene que ser, a la fuerza, distinto.

«Se pueda afirmar -señaló- que entre los países miembros o aspirantes al ingreso en la CEE España es el peor tratado monetariamente al tiempo que es el país de estructura financiera más débil. Por este camino no nos acercaremos al Mercado Común.»

Señaló que la empresa española tiene un segundo presupuesto en la Seguridad Social en forma de coste fijo que absorbe y anula toda posibilidad de beneficios, ya que su volumen, a diferencia de los impuestos ordinarios, es un coste independiente del nivel de actividad, por ser un impuesto sobre la nómina mientras que los impuestos ordinarios se mueven en función de la renta y de la actividad.

Finalmente, el director general de Política Financiera del Ministerio de Economía, señor Toribio, señaló que el recurso a la financiación exterior no puede constituir una variable residual de nuestra economía. Las previsiones para 1979 señalan un endeudamiento máximo de 1.500 millones de dólares en términos netos, lo que inevitablemente supondrá restricciones al endeudamiento exterior del sector público y ciertas limitaciones para el sector privado.

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