Guerrilleros sandinistas queman un cuartel de la Guardia Nacional

Unos quince guerrilleros sandinistas uniformados incendiaron en la noche del viernes un rancho en la frontera Sur, que servía de cuartel de la Guardia Nacional de Nicaragua.

«Después de su acción heroica de quemar el rancho, los guerrilleros huyeron, internándose en territorio costarricense», dijo ayer a Efe con tono irónico el jefe militar de la zona sur de Nicaragua, general Gonzalo Evertz.

La incursión de los insurgentes sandinistas no causó bajas a la Guardia Nacional porque la pequeña guarnición se hallaba fuera, cobrando su sueldo, según la versión oficial.

El general Evertz informó que la Guardia Nacional no perdió ni armas ni municiones en ese puesto militar conocido como «los mojones».

Declaró también que ese cuartel «no desaparecerá». «Al contrario -añadió-, construiremos un verdadero comando de hierro y concreto, con más guardias, para ver si esos héroes vuelven a atacar.»

Independientemente de ese ataque sandinista, la situación en la frontera Sur era ayer de «relativa calma», pero el general Evertz señaló que cerca de su comando, en esta ciudad de Rivas, mantiene un avión de guerra bajo su orden, «por cualquier cosa».

Por otra parte, reiteró una advertencia de la cancillería nicaragüense, en el sentido de que las autoridalles no responden por la vida de quienes intenten exhumar en estos días el cadáver del sacerdote español y comandante sandinista Caspar García Laviana, muerto el lunes último en un lugar llamado «el infierno» y sepultado allí.

Los religiosos de la orden de misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, a la que pertenecía García Laviana, quieren sus restos para enterrarlos en San Juan del Sur, donde fue párroco antes de tomar el fusil y entrar a la guerrilla.