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CCOO y UGT consideran provocadora e inaceptable la postura negociadora de la patronal

«La posición del señor Ferrer Salat y de la CEOE es una auténtica provocación a la clase obrera y a los sindicatos y nos aboca, inexorablemente, a una gran conflictividad para este mes de diciembre y, sobre todo, para el próximo enero, en que van a confluir las negociaciones de numerosos convenios», declaró ayer Marcelino Camacho, secretario general de CCOO, en una conferencia de prensa convocada para dar cuenta de las reuniones mantenidas el viernes por el Consejo Confederal de CCOO (máximo organismo del sindicato entre congresos).

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El secretario general de CCOO, comentando la recomendación de tope de incremento salarial del 10 % efectuada por la CEOE a los empresarios, recordó que en los contactos con la Administración ésta había incluso aceptado un tope del 13 %. «Ya no se trata de pacto social, lo que propone Ferrer es un auténtico entreguismo de la clase obrera. »

CCOO sigue preconizando los pactos

El Consejo Confederal, según manifestaron los dirigentes de CCOO, se ha ratificado plenamente en su postura de que «unos acuerdos en materia económica, política y sindical son una necesidad de interés nacional y de clase para consolidar la democracia y salir de la crisis, solucionando el problema central, que es el paro». Comisiones Obreras, añadieron, hará todos los esfuerzos en su mano para que tales acuerdos se materialicen.

Tras criticar las conversaciones mantenidas hasta ahora con la Administración, «que tal como han estado planteadas no han dado ni pueden dar resultados positivos». Las posiciones del Gobierno y de los sindicatos siguen estando alejadas. Las propuestas del Gobierno -según CCOO- no se ocupan en profundidad del problema del paro, proponen una creación de puestos de trabajo muy inferior a la nueva demanda de trabajo que se generará en 1979, congelan en la cifra de este año los fondos para subsidio de desempleo y propugnan un incremento de pensiones del 12 %. «Las reformas que nos saquen de la crisis y corrijan el modelo que la crea no aparecen por ningún lado», según CCOO.

Por otra parte, CCOO «rechaza cualquier fórmula de pacto social, que es a lo que queda reducida la posición del Gobierno o a lo que conduciría una opción de pacto a tres, sindicatos-Gobierno-patronal». El pacto social -añadieron- «sería económicamente ineficaz, socialmente injusto, sindicalmente desastroso y políticamente indeseable».

Es evidente que el panorama electoral está condicionando la marcha de los acuerdos, según CCOO. «No obstante, la necesidad de éstos está fuera de duda. Para dar solución a la contradicción que se está planteando entre elecciones inmediatas y pactos, sería preciso que se incluyera el compromiso de respetar el contenido de los acuerdos, cualquiera que fuese el resultado electoral, o bien que se aplazaran un tiempo prudencial las elecciones generales. » CCOO reitera la urgencia de que se aclare ante el país el calendario electoral y la disyuntiva investidura-elecciones.

La necesidad de que participen las fuerzas políticas en los pactos y el previo acuerdo, económico, político y sindical, a un posible cambio de la geografía parlamentaria, que condicionaría la política del Gobierno más allá del dilema investidura-elecciones, fueron justificados por CCOO en la necesidad de afrontar la crisis y consolidar la democracia desde la solidaridad nacional, desde el compromiso de todos.

CCOO responde a CEOE

En cualquier caso, y dado el tiempo transcurrido sin haber logrado llegar a los acuerdos, «CCOO considera que los convenios tienen que negociarse ya, cuando corresponde, y está dispuesta a asumir su responsabilidad en este terreno, con el fin de que los trabajadores defendamos nuestras reivindicaciones y nuestros derechos».

Más adelante los dirigentes de CCOO comentaron que «la petición de la CEOE de que el Gobierno decrete la congelación salarial, al tiempo que podía ser anticonstitucional, significaría un ataque gravísimo a los intereses de los trabajadores, volver a prácticas de la dictadura y un factor de desestabilización de la democracia».

Frente a las recomendaciones del presidente de la CEOE a los empresarios (véase EL PAIS de ayer) de cara a la negociación de convenios, CCOO explicó ayer -en palabras de Nicolás Sartorius- las directrices que recomendará para las negociaciones colectivas:

- Incremento salarial igual al aumento del índice de precios al consumo (se espera un 16 % a fin de año), considerando la masa salarial global de cómputo anual. Distribución lineal para empresas o sectores de abanico amplio (tipo 1 a 4 o 1 a 5), distribución mixta para los de tipo medio, y distribución proporcional para las empresas o sectores con abanico salarial reducido.

- Inclusión de medidas para fomento del empleo en los convenios. Deben pactarse inversiones y puestos de trabajo. Medidas del tipo de la jubilación anticipada, reducción y control de horas extraordinarias, reducción de jornada laboral, con el compromiso de crear puestos de trabajo.

- Inclusión en convenios de los derechos sindicales (secciones sindicales y comités de empresa). Derecho de reunión, cobro de cuotas, cuarenta horas para actividad sindical, información y control, entre otros puntos concretos.

- Participación y control de los trabajadores en lo que pueda suponer cambios en los índices de productividad.

- Negociación articulada. Convenio marco y convenios de niveles inferiores.

Hacia un enero caliente

CCOO ha previsto también una serie de acciones para forzar la negociación de estos convenios; acciones que la propia dinámica de la negociación podrá ir generalizando en el marco de la provincia o de la región. En principio no hablaron de una conflictividad de mayor ámbito territorial, aunque está claro que a los dirigentes de CCOO, por lo que pudo deducirse de sus palabras, les preocupa la actitud cerrada de los empresarios que puede generar, en la convergencia negociadora de convenios, un enero caliente. Nicolás Sartorius, sin embargo, dudaba que los empresarios asumieran las recomendaciones de Ferrer Salat, que sólo pueden generarles conflictividad, como en alguna forma ya apuntó el empresario Meneses. En este sentido, otro miembro de CCOO, dio cuenta del acuerdo en el convenio de Boetticher (empresa en la que es accionista Pérez de Bricio, vicepresidente de la CEOE), que va más allá de los límites recomendados por Carlos Ferrer.

En cuanto a las recomendaciones para las tablas reivindicativas obreras, CCOO y UGT están de acuerdo en todo -según Sartorius- con excepción del protagonismo sección sindical-comité de empresa en el marco de la empresa.

UGT: "Agrava la crisis económica"

«La postura adoptada por CEOE sólo puede contribuir a exacerbar la conflictividad social y ahondar aún más la crisis económica», ha manifestado en un largo comunicado, en que se analiza la intervención del presidente de la CEOE en la asamblea extraordinaria de su organización (véase EL PAIS de ayer), la comisión ejecutiva confederal de UGT.

Para la UGT, que ha afirmado reiteradamente una actitud de .asumir con responsabilidad la negociación de los convenios colectivos en el caso de no haber acuerdos económico-sindicales y que, consecuentemente, está planteando subidas salariales equiparables al aumento del coste de la vida durante este año, es decir, subidas en torno al 16%, le resulta la negativa de la CEOE a negociar subidas salariales superiores al 10% totalmente irresponsable, y además insostenible. Tal actitud de los empresarios supone volver a situaciones de hace dos años, donde el esfuerzo por obligar a negociar a la patronal acarreaba el 80% de la conflictividad generada por la negociación colectiva.

Por otra parte, la pretensión de la CEOE de negociar exclusivamente convenios sectoriales es inadmisible, si no se combina con una articulación de la negociación a otros ámbitos inferiores.

Asimismo, para la UGT, la negativa patronal a toda reducción de jornada en un momento en que la política sobre el empleo es una prioridad nacional, constituye una posición antisocial que la UGT rechaza de plano, dado que la reducción de jornada podría tener una repercusión positiva sobre el empleo.

«Por último, relegar de los convenios cualquier tema sindical o social, como pretende la CEOE, al ámbito de un acuerdo general entre sindicatos-patronal constituye una política que sólo puede calificarse de claramente antisindical.»

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