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"Guerra" ideológica entre profesores y alumnos

Comisiones de alumnos del colegio Santamarca recorrieron ayer numerosos centros escolares de Madrid pidiendo a sus respectivos alumnos solidaridad en la huelga que ellos mantienen, en apoyo de la gestión democrática de la directora del Santamarca, Francisca García, y el jefe de estudios, Miguel Marlín. Ambos han sido expedientados por el Ministerio de Educación en virtud de las denuncias presentadas por un grupo de profesores a los que los alumnos y restantes profesores tachan de inmovilistas.Según explicaba ayer uno de los sesenta profesores en huelga, en la base del conflicto late un problema ideológico: «El colegio Santamarca lleva funcionando unos diez años, en los que se siguió la pauta de conducta normal, en la que los alumnos no participaban para nada en la gestión del centro. El año pasado, cuando accedió al cargo de directora Francisca García Felices, se inició un proceso de democratización que tampoco se puede calificar de exagerado. Simplemente, se ha permitido a los alumnos que se tenga en cuanta su voz a la hora de las evaluaciones escolares. Asimismo, la elección de tutores (profesores que tienen a su cargo grupos concretos de alumnos) se hacía legalmente por designación del jefe de estudios, que luego era ratificada oficialmente por el Ministerio. Lo que se hace ahora es que los alumnos pueden previamente manifestar sus preferencias por uno u otro profesor, y se les elige de acuerdo con estas preferencias.»

«Por lo visto, este tímido intento de democratización en el funcionamiento interno del colegio ha sido demasiado para un grupo de aproximadamente veinte profesores, que presentaron una denuncia ante el Ministerio, a raíz de la cual se expedientó a la directora del centro y el jefe de estudios. Es importante señalar que la recién aprobada Constitución consagra el derecho de padres y alumnos a participar de alguna manera en la gestión, por lo que la denuncia y la actitud ministerial la conceptuamos como antidemocrática y anticonstitucional. La huelga seguirá hasta que se consiga el sobreseimiento de los expedientes. Queremos señalar también que esta democratización no se ha producido sólo en nuestro centro. También en otros, como el Ramiro de Maeztu, se lleva un proceso similar.»

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