El primado, a título personal
Sin lugar a dudas, la Iglesia española está dando un ejemplo de independencia (mi reino no es de este mundo ... ) del poder político en el momento crucial de esta nuestra Constitución.Todo marchaba por el camino de la no injerencia, el poder político en el campo del religioso y viceversa, hasta que al primado de España se le ocurrió -curiosamente, el domingo anterior a la celebración del referéndum- dirigir una carta a los fieles de su diócesis en la que, a título personal, hacía consideraciones sobre aspectos determinados (léase divorcio, aborto, libertad de enseñanza, etcétera) de la Constitución, que a su juicio no está suficientemente clara su no utilización por los que en un futuro pudieran tener la facultad de decidir sobre los ya citados aspectos.
Todo ello basándose en los derechos humanos.
Es una pena que al primado de España no se le ocurriera, en los tiempos de la dictadura, criticar las ejecuciones y los encarcelamientos arbitrarios que a menudo se llevaban a cabo.
Afortunadamente para los españoles, el primado no es representativo de la opinión de la Iglesia.
Perdón, se nos olvidaba que lo hace «a título personal».
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