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Anuladas las licencias para construir 25.000 viviendas en Pinto

El pleno de Coplaco (Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana de Madrid) decidió en su última reunión anular el proyecto de urbanismo concertado ubicado en la localidad de Pinto, en base al incumplimiento por parte de los promotores de los trámites legales en los plazos previstos. Con esta medida se pone en cuestión una de las más avanzadas ideas urbanísticas puestas en circulación por el ex ministro opusdeísta de la Vivienda Vicente Mortes en 1972. En aquella fecha se presentaron diecisiete propuestas de actuación, que incluían más de 17.000 hectáreas y 355.000 viviendas. Sólo se aprobaron dos, la de Villaespacio, en Pinto, ya anulada, y la de Meco, única que aún tiene posibilidades de realizarse.

En Pinto se preveía la construción de 25.000 viviendas, lo que constituiría la creación de una verdadera ciudad de 100.000 habitantes, autosuficiente en cuanto a servicios, puestos de trabajo y digna en condiciones de vivienda. Los adjudicatarios, en este caso Altos Hornos de Vizcaya y varias empresas filiales, no han cumplido las bases del concurso, en cuanto a los plazos de comienzo de las obras, disponibilidad de los terrenos necesarios, etcétera, a pesar de las prórrogas concedidas por la Administración.La misma Coplaco anunció en noviembre de 1977, por boca, de su entonces director técnico de Planeamiento Metropolitano, Carlos Conde-Duque, que, como forma de relanzar el proyecto, paralizado desde 1972, se procedería a la expropiación forzosa de los terrenos y bienes afectados en la actuación. Parece que ni siquiera la ayuda directa de la Administración ha animado a los promotores pierden además los proyecto, por lo que Coplaco reconsideró su opinión y decidió finalmente anular los proyectos de expropiación y, por extensión, la construcción de la ciudad. Los promotores pierden ademán los dieciseis millones de pesetas que abonaron en su día como fianza y es posible que tengan que sufrir sanciones previstas en las propias bases del concurso.

La medida tiene resonancias políticas y urbanísticas importantes, y Coplaco ha anunciado que el lunes celebrará una rueda de prensa sobre este tema.

El urbanismo tecnocrático

El urbanismo concertado fue una idea lanzada en 1969 por el equipo de Vicente Mortes, presentada entonces como una solución moderna de creación de ciudades medias dotadas de todos los equipamientos necesarios y que descongestionaría la capital. Para los sectores urbanísticos calificados de progresistas, la iniciativa consistía en realidad en la entrega total a la iniciativa privada del negocio inmobiliario, impulsado además desde la propia Administración, que se encargaba de allanar los obstáculos legales, que impedían la construcción de grandes colonias en suelo rústico

La idea se lanzó en 1969, y el concurso se realizó en 1972. Se presentaron diecisiete grandes proyectos, en los que estaban representadas las principales empresas monopolistas españolas. Era lógico que así fuera, puesto que las mismas bases del concurso impedían el acceso al mismo a empresas de tipo mediano que no contaran con recursos muy fuertes.

El concurso contemplaba la posibilidad de que en tres zonas de la provincia se construyeran hasta 120.000 viviendas (40.000 en cada una). Dado que la densidad máxima de edificabilidad era de veinticinco viviendas por hectárea, se obligaba a los participantes a demostrar que eran propietarios, o que al menos tenían opción de compra sobre terrenos que abarcaran alrededor de las 1.500 hectáreas, y el volumen de dinero que habría que manejar para iniciar las primeras obras de allanamiento e infraestructura se cifraba en varios miles de millones.

Al final sólo se aprobaron dos, la de Pinto, patrocinada por Altos Hornos de Vizcaya (25.000 viviendas en 980 hectáreas), y la de Meco, promovida por Unión de Explosivos de Río Tinto (15.000 viviendas).

En la misma sesión en que fue aprobada la anulación de licencias, y dentro de los asuntos urgentes, se decidió modificar el plan de dos polígonos de la avenida de la Paz, 32 y 37, para ganar 22.000 metros cuadrados la zona especial destinada a uso escolar. La zona verde que se pierde en el polígono 37 es compensada en el 32.

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