Los ojos del Guadiana
No llega a una decena de veces las oportunidades en que el Gobierno ha convocado a los informadores para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Ministros y responder a preguntas de interés vital, para este país, en el curso de los últimos dos años y medio, que son, nada más y nada menos, que el período de reforma política.Cada relevo en el puesto de portavoz gubernamental ha sido seguido del comienzo de contactos con los periodistas por parte del neófito, rápidamente abandonados uno tras otro. Ayer hubo una nueva prueba de esta línea de conducta: cuando estamos en vísperas del referéndum constitucional, con las secuelas de un frustrado golpe militar, graves dificultades en los pactos socioeconómicos y otros asuntos de primera magnitud, como el ametrallamiento de un barco español en la costa sahariana, el Gobierno no tiene nada que decir y su portavoz rompe el tímido intento de ofrecer conferencias de prensa a base de no convocarlas. Bien es verdad que para lo que suele decir el señor Ortíz -que confiesa abiertamente carecer de información sobre casi todo lo que se le pregunta tampoco se pierde demasiado.
¿Cambiará la política informativa después del día 6? La Constitución aspira a integrar a nuestro país en un sistema de democracia normal. Esperemos que en ella tenga cabida algo tan sencillo y tan normal como es que el Gobierno dé cuenta de sus actos y ofrezca sus puntos de vista cuando se le requiera en asuntos de interés general.
