Los embajadores del Pacto de Varsovia en Bucarest siguen en sus puestos

Tres embajadores comunistas aparecieron anoche en una recepción dada en Bucarest, poniendo fin a una serie de informaciones que sugerían que el bloque soviético había llamado a sus diplomáticos en Rumania.Las informaciones, que comenzaron a extenderse según fuentes dignas de crédito en Belgrado, y se propagaron rápidamente por Europa oriental, fueron desmentidas oficialmente en Berlín Este y en Varsovia.

Los embajadores de Checoslovaquia, Alemania oriental y Polonia aparecieron en una recepción de la embajada yugoslava, según informaron fuentes diplomáticas occidentales.

El embajador soviético, Vasily Dorzdenko, salió de Bucarest con destino a. Moscú hace varios días, antes de que el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, revelara que existían diferencias con el Pacto de Varsovia.

Nicolae Ceaucescu, jefe del Partido Comunista y del Estado rumanos, tras su regreso de la capital soviética, dio cuenta de su postura y de su intervención en unos términos que claramente hacen pensar que tenía plena consciencia de la importancia y gravedad del paso que acaba de dar.

«No admitiremos jamás -dijo en esa ocasión Ceaucescu- que el Ejército rumano quede comprometido en una acción militar por otro que no sea el pueblo rumano. Jamás un soldado rumano recibirá órdenes desde fuera. La orden de entrar en la lucha será dada únicamente por el país y si alguno de nuestros vecinos son atacados, nosotros acudiremos en su ayuda. »

El líder rumano ha manifestado que dará más detalles sobre su negativa a incrementar el gasto militar, en la reunión cumbre del Pacto de Varsovia que se celebrará en Moscú la próxima semana.