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Luis de Pablo: "La política musical española habría que definirla con el diccionario secreto de Cela"

A partir de ayer y hasta el 15 de diciembre el compositor vasco Luis de Pablo inicia la temporada de cursos extraordinarios de la Dirección General de Música con una serie de charlas sobre la Introducción a las músicas de tradición no europea. Las charlas, dirigidas a compositores y estudiantes de composición, y a todas las personas que lo deseen, tendrán lugar en la sala Joaquín Turina, en el teatro Real. Las jornadas sobre música de tradición no europea han sido auspiciadas, principalmente, por el centro de Investigación de Nuevas Formas, Expresivas (CINFE). La Dirección General de Música ha acogido la idea y propiciado el local donde tendrán lugar las conferencias.No es la primera vez que Luis de Pablo trabaja con estas músicas de tradición no europea en España. Desde hace aproximadamente un año tiene un espacio en el Tercer Programa de Radio Nacional. Antes ofreció un proyecto a la antigua Comisaría de la Música, pero no le respondieron nada concreto. «Ha sido el Centro de Investigación de Nuevas Formas Expresivas (CINFE) el que me llamó para su sección de música y al que ofrecí este curso. El CINFE pone el conferenciante -que lleva por su cuenta todas las músicas a escuchar- y la Dirección General de Música cede la sala. Así se las ponían a Fernando VII.»

Luis de Pablo empezó a interesarse por las músicas de tradición no europea hacia 1967, «y mi curiosidad, muy grande -dice-, se convirtió en pasión. Aquí, en España, todavía están en barbecho, pero he sido profesor en Estados Unidos y Canadá, durante varios años y allí el interés es grande, y en Francia todavía mayor. Además, no hace falta ser un lince para saber que estas músicas se van a poner de moda y despertarán cierto interés. Ojalá estas charlas muevan a las casas de discos y se animen a empezar a editarlas.

El curso constará de una serie de charlas -«no quiero llamarlas conferencias, pues no soy un musicólogo, aunque me parece gente respetable»- de información de técnicas de música y condicionantes sociales e históricos, «aunque la madre del cordero será la audición». En el temario están las músicas árabe, turca, iraní, hindú, del sureste asiático, indonesia, china, japonesa, criolla, tibetana, chamánica y africana, entre otras.

«El tema que he escogido -dice Luis de Pablo- está poco tratado entre nosotros. Sé que ahora mismo hay cuestiones más importantes, como el paro o los problemas vascos, pero mi trabajo como músico es ayudar a resolver los problemas de mi campo y en esto hay una gran desinformación por la circunstancia española concreta. Aquí lapolítica de información musical habría que definirla acudiendo al diccionario secreto de Cela. Gran cantidad de los autodenominados intelectuales ignoran absolutamente el terreno musical y sólo conocen a los Rolling o a Zeppelin. La desinformación es tan terrible que aún hay gente que dice que la ópera es elitista, burguesa y putrefacta. Esto es una horrible vergüenza.»

«Es cierto -sigue Luis de Pablo- que los conciertos han ido a cierta clase social que quería oír una determinada música. En un país de cerca de cuarenta millones de habitantes, las orquestas brillan por su ausencia y sólo hay cuatro o cinco que viven, frente a todas las demás que malviven. La música está poco introducida en la enseñanza y la política discográfica no es miope, sino prácticamente ciega. No sé qué tipo de prospecciones de mercado se hacen, pero el fenómeno Mahler lo profeticé hace ocho o diez años y ahora vendrá el fenómeno Bruckner, y quizá dentro de veinte o treinta años se haga el gran descubrimiento de la Escuela de Viena.»

¿Puede decirse que hay dos bloques, dos mundos, en la música, representados uno por la europea y otro por la variedad de las restantes? «Sí -responde Luis de Pablo-, sobre todo a partir del siglo XIV, e incluso desde el XIII, en la segunda mitad de la Edad Media. La diferencia podría marcarse en la existencia de una polifonía que empezaba a ser funcional, es decir, que iba musicalmente de un punto a otro, cosa que no existe en la música iraní, por ejemplo, y que es comparable al fenómeno del descubrimiento de la perspectiva en el Renacimiento.»

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