Ante la derecha democrática
«Si la conjunción de varias personalidades, en la llamada opción democrática de derecha progresista cuaja, estaremos ante la noticia más importante y positiva del panorama político español desde las elecciones de junio de 1977, nacimiento de la democracia en una nación atormentada por tantos ensayos fallidos ( ... )( ... ) La nueva coalición depone toda hostilidad ante las demás formaciones políticas. «No vamos contra nadie», declara a raíz del pacto el señor Fraga en Barcelona. Es actitud muy loable. Para UCD, por ejemplo, si sabe mirar con hondura el acontecimiento, la gestación de una derecha democrática acabará por ser una excelente noticia. La remodelación de Alianza Popular sin conmociones persona listas ni vetas agresivas ni huellas autoritarias dejará al centro en su lugar, sin obligarle a un forzado desplazamiento a la derecha; pero también contribuirá a que UCD no confunda la parte con el todo y no se deslice hacia la izquierda en un movimiento antinatural e incoherente con la mayoría de sus electores, que, si bien son progresistas y populistas, votaron centro; realidad suprema que desde la derecha -y desde algún sector del centro- no se comprendió muy bien en las interpretaciones iníciales y posteriores. Es evidente que no hay espacio entre un PSOE -que debe necesariamente virar a la socialdemocracia- y una UCD que comprende un sector socialdemócrata no marxista, pero que no consta sólo de esa corriente. Si la iniciativa de Aravaca se consolida y cristaliza definitivamente, UCD tendría entre sus posibilidades de futuro la de un Gobierno con la nueva derecha.» ( ... )
19 noviembre
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