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El Gobierno presentará hoy a los sindicatos un programa económico en 24 folios

A las once de la mañana representantes del Ministerio de Economía, con Fernando Abril a la cabeza, y de las centrales sindicales mayoritarias, CCOO y UGT, con sus secretarios generales al frente, se reunirán en la primera ronda de conversaciones formales para tratar de alcanzar un acuerdo económico-social para el próximo año. Esta primera reunión se califica de exploratoria, en la cual cada una de las partes descubrirá una parte de sus propuestas. La posición inicial de las centrales sindicales ha quedado clara a través de sus diversos comunicados en las últimas semanas. Aunque no formulan un programa concreto de política económica, sí han expuesto las condiciones mínimas para firmar un acuerdo. Las divergencias entre los dos sindicatos son sustanciales, aunque fuentes autorizadas de los mismos las califican de superables. El Gobierno, por su parte, presenta hoy un documento de veinticuatro folios dividido en dos partes fundamentales. Una primera, analítica (doce folios), que resumimos en esta misma página, en la que expone la situación actual, los objetivos para el año próximo y las perspectivas para el futuro. La segunda parte tiene carácter más dispositivo, y en ella se resume su programa de política económica. No descubre novedades y tampoco precisa demasiado temas tan importantes como el tope salarial que defenderá el Gobierno como oportuno. En las dos páginas siguientes facilitamos textualmente esta parte. El tema político plantea sobre las conversaciones ya que el calendario electoral es un aspecto condicionante de las posiciones de los sindicatos y de sus representaciones políticas. CCOO facilitó ayer un comunicado en el que se critica con dureza el contenido del documento del Gobierno al que, al parecer, la primera central sindical ha tenido acceso en alguna de sus distintas versiones. Las críticas de CCOO, se centran en seis puntos distintos. UGT tampoco se muestra satisfecha ante la negociación. Después de la entrevista del lunes de Fernando Abril y miembros del sindicato socialista, éstas manifestaron su disgusto y oposición a las propuestas gubernamentales.

Más información
Críticas de CCOO al documento del Gobierno

Tras una descripción de los logros positivos alcanzados por la aplicación del programa de ajuste pactado el pasado año en la Moncloa, el documento analiza las perspectivas de la economía mundial para el próximo año y sus repercusiones en la evolución de la economía española. Según las previsiones macroeconómicas del conjunto de países occidentales, no se prevé un crecimiento del comercio mundial superior al 5% en los próximos doce meses.

Previsiones para España

Una simulación del comportamiento de la economía española bajo hipótesis de crecimientos nominales de salarlos por hora trabajada del 16%, señala que el crecimiento del PIB en términos reales no se situaría muy por encima del 2% en promedio anual, con la inversión productiva manteniendo su estancamiento y con las exportaciones sufriendo una erosión paulatina, como consecuencia del dispar comportamiento de los precios españoles respecto a los precios extranjeros. Tan débil comportamiento de la economía española al situarse por debajo de la tasa media de crecimiento de la productividad no sería generador de empleo, y el número de parados aumentaría, por consiguiente, en una cifra probablemente superior a la del aumento neto de la población activa.Otras simulaciones basadas en supuestos de crecimientos salariales elevados conducen a resultados similares por la imposibilidad de diseñar una política económica que sea susceptible de obtener a la vez, bajo dichos supuestos, una moderación de la tasa de inflación y un crecimiento real de la economía capaz de crear empleo. Por su parte, un crecimiento excesivamente bajo de los salarios nominales resultaría igualmente peligroso en la medida en que no generaría el poder de compra necesario para sostener un nivel adecuado de actividad. El marco de actuación para la política económica en 1979 es, pues, estrecho y necesita no sólo una amplia aceptación social, sino también una compleja instrumentación técnica susceptible de garantizar un comportamiento adecuado de las principales variables macroeconómicas.

Criterios generales de actuación

Las líneas básicas del programa para 1979 deben resultar coherentes con un horizonte temporal a medio plazo, con independencia del período al qué se refieren los objetivos y compromisos cuantificados que en el mismo se insertan.La economía española debe aspirar a situar su crecimiento real a partir de 1980 en tasas acumulativas estables situadas entre el 5% y el 7% anual. Debe buscar esa senda de crecimiento sostenido compatible con el proceso de desaceleración de la inflación hasta situar, a medio plazo, su tasa decrecimiento de los precios a los niveles medios de los países industriales. Y debe, en fin, mantener a esos ritmos de expansión, un déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente que pueda ser financiado cómodamente mediante un ritmo razonable de entradas netas de capital a largo plazo. A la tasa anual de crecimiento indicada, la economía española iría reduciendo paulatinamente su tasa de desempleo hasta aproximarse a una plena utilización de los recursos productivos en un plazo del orden de cuatro a cinco años.

Desde una perspectiva a corto plazo -con referencia a un primer año de programación-, los objetivos perseguidos teniendo en cuenta los requerimientos a plazo medio, pueden formularse del siguiente modo:

a) Reanimación de la inversión productiva como motor básico de generación de nuevos puestos de trabajo.

En ausencia de estímulos expansivos del exterior deben buscarse las condiciones básicas para que la inversión productiva privada adquiera la fuerza suficiente para impulsar la economía. Es posible, sin embargo, que dicho componente de la inversión tarde algún tiempo en reaccionar. Como puente y apoyo mientras ello sucede, deberán buscarse aumentos de la inversión en construcción de viviendas y de la inversión pública.

b) Creación de un marco más favorable para la inversión, mediante una política monetaria que abandone su signo restrictivo y permita en 1979 financiar el crecimiento real previsto dé la economía.

La expansión moderada de la política monetaria, debe enmarcarse en el continuado esfuerzo antiinflacionista que persigue la desaceleración de precios y costes.

La magnitud monetaria más relevante para estimular la Inversión privada es el flujo de crédito, en su sentido más amplio. Por ello, debe procurarse que la tasa de crecimiento del crédito al sector privado se sitúe próxima a la fijada para el crecimiento de las disponibilidades líquidas (magnitud ésta que regula el ejercicio de la demanda global en términos nominales).

c) De acuerdo con lo anterior, el crecimiento del sector público debe responder a los siguientes criterios después del importante esfuerzo fiscal realizado en 1978, que supondrá un aumento cercano a un punto porcentual en términos del PIB, incrementar en torno a medio punto la presión fiscal para 1979; conseguir una reestructuración que permita una mayor participación de los gastos de inversión frente a los gastos corrientes; y, por último, graduar su crecimiento de modo que resulte un déficit que pueda ser financiado mediante expansíón monetaria sin comprimir el ritmo de crecimiento del crédito al sector privado.

d) Moderación del ritmo de crecimiento de los salarlos monetarios para conseguir una nueva reducción sustancial de la tasa de inflación, obteniendo al mismo tiempo la defensa del poder de compra de las rentas de los trabajadores ocupados e, incluso, su ligero avance, permitiendo asimismo en 1979 un aumento del empleo en la industria, construcción y servicios.

e) Adopción de medidas que mejoren el clima laboral permitiendo un aumento de la productividad del trabajo ya empleado y facilitando la propensión de los empresarios a invertir y generar nuevos puestos de trabajo.

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