Portugal y Mozambique suspenden sus conversaciones de reconciliación
La delegación portuguesa que se encontraba en Maputo para negociar los aspectos financieros del contencioso entre Portugal y su antigua colonia regresó ayer, inesperadamente, a Lisboa. Según el comunicado conjunto distribuido, ambas partes han decidido suspender las negociaciones para permitir que las dos delegaciones consulten a sus Gobiernos.A pesar de los esfuerzos desplegados en Lisboa para disimular este semifracaso, cabe interrogarse sobre el futuro de la política africana iniciada por el presidente Eanes y conocida bajo el nombre de «espíritu de Bissao». Prueba de estas dudas fue la reciente votación para el puesto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en que Portugal necesitó de cinco escrutinios para vencer la candidatura de Malta, a quien apoyaban los países del Tercer Mundo. Para los africanos, Portugal todavía depende de Suráfrica, donde residen 300.000 emigrantes portugueses y para donde se exporta parte sustancial de las municiones producidas por las fábricas militares portuguesas.
Unas declaraciones del presidente Eanes, ayer, a la BBC no disipan estas dudas: Eanes reafirmó la posición portuguesa favorable a la autodeterminación de los pueblos, pero preconizó para todos los problemas de Africa Austral una solución pacífica.
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