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"La información es la nueva responsabilidad de los científicos"

La información es una de las nuevas obligaciones de los científicos. Informar al enfermo que se debate ante una opción difícil, como puede ser un aborto o la eutanasia. Informar a la opinión pública sobre el estado concreto de las investigaciones que se llevan a cabo en las más diversas áreas. Esta es la vía que el científico francés Jean Hamburger, especialista en nefrología, entre otros campos propone para facilitar a la clase científica superar el tremendo conflicto en el que le sume la necesidad de asumir más complejas responsabilidades cada día. Jean Hamburger, autor de La puissance y la fragilité (El poder y la fragilidad), presente en Madrid para impartir una conferencia en el Instituto Francés, considera que el médico cada día tiene que asumir más riesgos.

«El hombre y, sobre todo, el médico -explica a EL PAIS el doctor Hamburger- comenzó el siglo con poco poder. Fue a lo largo del siglo cuando bruscamente se ha encontrado con medios para actuar sobre la Naturaleza. Hemos transformado la demografía. Nuestra potencia de actuación permite modificar el curso de las cosas e, incluso, el curso de la vida de los hombres.»Todo ello supone la aparición de nuevas responsabilidades. El aumento de poder, la multiplicación de las posibilidades de actuación llevan consigo también una multiplicación de la responsabilidad. «El médico toma hoy decisiones muy difíciles -prosigue el científlico francés- porque, a menudo, tiene que asumir riesgos para salvar la vida. Es preciso, en muchos casos, sopesar la esperanza de salvar la vida y el peligro de hacer daño.» Este es quizá el núcleo de la nueva responsabilidad del científico, la asunción de nuevos riesgos. Riesgos que el médico francés conoce bien. Profesor de clínica nefrológica en la Facultad, ex presidente de la Sociedad Internacional de Nefrología (1960-1963) y de la Sociedad Internacional de Trasplantes (1968-1970) declara que su vida «ha estado consagrada al trasplante de riñón y al empleo del riñón artificial».

«Los trasplantes -prosigue- plantean complejos problemas de responsabilidad. La ley dice que es el paciente y la familia quienes deben decidir, pero esto es difícil en la práctica. El médico es, en definitiva, quien lleva el peso de la decisión. Hay buenos ejemplos de ello. Encontré una vez una mujer que me dijo: "No quiero trasplante. Quiero morir. He sido feliz, quiero morir sin riesgo." A continuación de ello se produjo una oclusión intestinal; debió ser operada rápidamente... Tres meses después me dijo: "¿Cómo pude rechazar el riñón artificial? ¿Cómo pude decidir el suicidio?".»

Ciencia y opinión pública

Ante las especulaciones que constantemente se hace la opinión pública sobre los riesgos de la llamada ingeniería genética, es decir, sobre posibilidad de que, algún día, el ser humano diseñe los seres que van a nacer, el doctor Hamburger considera muy remoto ese día, pero valora muy positivamente el que la opinión pública se ocupe de ello: «El pueblo es muy sensible -dice- a estas cuestiones, lo que es un dato muy valioso e importante. La opinión pública debe estar bien formada. Es un problema de los científicos y los periodistas.»Respecto a la crítica que pudiera hacerse a los medios científicos por su responsabilidad en esa falta de información o esa información inexacta en torno a cuestiones de este tipo, el investigador francés opina que «las cosas, en Francia, están cambiando en este sentido Los científicos informan más. Una de las nuevas responsabilidades de los científicos es la información».

Precisamente es la información según Hamburger, la que tiene la clave de las nuevas responsabilidades médicas. «Los hechos no pueden ser bien discutidos sin un conocimiento exacto de los datos -señala-. El médico debe facilitar todos los datos.» Ante la eutanasia por ejemplo, como ante otros problemas fronterizos que hoy son objeto de debate en la clase médica y científica, «el rol del médico es informar. Debe darse información concreta al paciente. No tiene datos exactos quien no vive el problema. El médico, ante el enfermo, debe suministrar información completa para que él pueda decidir mejor, explicarle que hay calmantes que pueden eliminar todo dolor... El médico sabe que hay per sonas que dicen "yo quiero morir" y, más adelante, "¿cómo he podido decir esto?". Por eso, para él, lo necesario es informar, informar de un modo completo».

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