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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Democracia contra terrorismo

LA MANIFESTACION convocada hoy por las grandes centrales sindicales y a la que se han adherido todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, salvo -como parece lógico- Alianza Popular, pretende ser una verdadera demostración de repulsa al terrorismo y de defensa de la democracia. Apenas una semana después de que elementos de extrema derecha, que repetidas veces han incitado a la violencia política, encabezaran otra manifestación contra las libertades públicas y la democracia so pretexto de hacerlo contra el terrorismo, las fuerzas mayoritariamente democráticas de este país se lanzan hoy a la calle en lo que ha de ser ordenada y pacífica expresión de sus convicciones. Hay que poner de relieve que, en efecto, la manifestación de Fuerza Nueva fue una provocación con alardes paramilitares que han tenido su corolario en mítines del mismo partido en los que se llegó a especular públicamente sobre el magnicidio del propio Rey. La pasividad del Gobierno en la persecución de actitudes claramente delictivas de la ultraderecha no hasta, sin embargo, para explicar el hecho de que la manifestación convocada por Fuerza Nueva fue desde luego un éxito. No importa que se hincharan las cifras al hilo de la tradición que pretende meter un millón de personas en torno a Franco allí donde no cabían más de 150.000. Desconocer la importancia de la demostración fascista del otro día, con su colorido de curas trabucaires, uniformes paramilitares y retórica revival sería no querer saber que todavía en este país un sector de la derecha reaccionaria sueña con el retorno a la dictadura que durante tantos años amparó sus privilegios. Y que ese sector rabiosamente extremista cuenta con adeptos, dinero y organización. Si la tibieza o la lluvia hacen fracasar las demostraciones antiterroristas de hoy, sin duda el hecho sería aprovechado por esos sectores para lanzar de nuevo al régimen contra la pared de la insidia y de la subversión.Pero existen sobre todo razones objetivas y no de simple rechazo al espectáculo del día 3 para sumarse a la demostración de hoy. El terrorismo, en todas sus manifestaciones, es la principal amenaza contra la convivencia democrática y el bienestar ciudadano. La ETA -sin duda muy fundamentalmente-, los GRAPO, la Triple A y los Guerrilleros de Cristo Rey forman el elenco formidable de los bandoleros contra la libertad. Sólo una reacción ciudadana responsable y madura puede amparar la ácción de las fuerzas políticas y de las de seguridad del Estado en la erradicación de este mal. Es posible recordar así la magnífica respuesta que a la provocación de los pistoleros que actuaron en Atocha supuso la manifestación de duelo de cientos de miles de madrileños en ocasión del entierro de las víctimas.

Hoy, la España de la Constitución debe obtener el refrendo masivo y popular de las gentes decentes que creen en la libertad. Y debe hacerse en orden, sin contestar a las provocaciones que el abertzalismo de cualquier signo pretenderá sin duda montar en torno a las mánifestaciones convocadas. «Democracia contra terrorismo» es el lema unitario de estajornada contra las metralletas y las partidas de la porra.

Porque nos parece este un momento crucial en la vida española, porque creemos que la provocación de la violencia está exigiendo una respuesta civilizada y unánime, expresamos hoy nuestra solidaridad inequívoca con esta convocatoria y animamos a los ciudadanos a seguirla.

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