Vuelve el Consejo Rector
La convocatoria del Consejo Rector para mañana viernes abre una puerta de esperanza a la solución de los múltiples y urgentes problemas que tiene planteados RTVE. La elaboración por el Consejo y aprobación por las Cortes de un estatuto jurídico es condición in dispensable para la puesta en marcha de una radiotelevisión democrática. Así lo expresaron en numerosas ocasiones los trabajadores del medio, los distintos grupos políticos y la propia dirección general de RTVE.La elaboración del estatuto era la principal misión encomendada al Consejo Rector provisional creado por real decreto del 2 de noviembre de 1977, como consecuencia de los pactos de la Moncloa. Un órgano paritario integrado por 36 miembros: dieciocho designados por el Gobierno y dieciocho en representación proporcional de los grupos parlamentarios (siete por UCD, cinco por PSOE y uno por cada grupo minoritario, PCE, AP, Grupo Mixto Minoría Catalana, Minoría Vasca y Socialistas de Cataluña). Las tensiones dentro del consejo surgieron antes de la primera reunión: seis de los consejeros nombrados por el Gobierno eran al mismo tiempo parlamentarios de UCD. El Consejo Rector se había transformado en órgano gubernamental más que parlamentario.
De hecho, en las escasas reuniones celebradas no pudo resolverse el problema que daría al traste con el consejo: primero, la composición de la comisión permanente y después la cuestión del voto. Todos los grupos parlamentarios, excepto UCD, exigían que tuviesen derecho a voto sólo los representantes parlamentarios.
Ante la imposibilidad de un acuerdo, Rodolfo Guerra (Socialistas de Cataluña) abandona el Consejo. Después el PSOE (31 de enero). Al día siguiente el Cara a cara entre Jiménez Blanco (senador de UCD y Javier Solana (diputado del PSOE) contribuye a un mayor distanciamiento entre las dos posturas. El 8 de marzo Pilar Brabo (diputada del PCE) presentaba una moción en el Congreso -que no prosperaría- sobre el sistema de votaciones.
El Consejo Rector no se reunía desde el pasado mes de marzo. Los problemas «formales» parece que están resueltos.
