Anulada la multa de diez millones impuesta a Solares
La anulación de la multa de diez millones de pesetas a Agua de Solares, de Santander, no evitará la suspensión de pagos de la empresa, cuyos accionistas se reúnen el próximo día 17 para buscar una salida a la crisis.Esta es, al menos, la impresión recogida ayer en la citada localidad santanderina. La devolución del dinero a la empresa la acaba de ordenar el Ministerio de Comercio y Turismo, y ejecuta una sentencia favorable del Tribunal Supremo que lleva fecha de 2 de marzo del presente año.
«Estas reparaciones llegan tarde, demasiado tarde», declaraba ayer a EL PAIS un directivo de la asociación. El largo y polémico pleito se inició el 5 de febrero de 1975 por acuerdo del Consejo de Ministros, y tuvo un segundo acto con un precipitado y telefónico cierre de la factoría en la primavera del 77, previa denuncia del delegado de Sanidad de Pontevedra, doctor Yuste, hoy senador socialista por Palencia, y llegó al inevitable desenlace con la recisión del contrato laboral a la mayoría de la plantilla. «Si ahora resulta que somos inocentes, como tantas veces demostramos, lo que deberían hacer los señores de Sanidad es una campaña de prestigio igual a la que desplegaron para tirar por los suelos la marca», añadía el portavoz de Agua de Solares.
Lo cierto es que a la espera de la junta general de accionistas del próximo día 17, la empresa trabaja a ritmo lento, tiene prácticamente abandonado su mercado nacional (salvo el de Cantabria, que acapara), y el internacional, en el que era la única marca española presente y donde estaba consiguiendo éxitos notables como su introducción en Estados Unidos.
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