La seguridad social de los futbolistas costaría menos de 250 millones

La Asociación de Futbolistas (AFE) prepara un proyecto para integrar a los mismos en la Seguridad Social. Según los cálculos de la AFE, la cantidad que entre todos los clubs de Primera, Segunda, Tercera deberían pagar por este concepto no alcanzaría los 250 millones, cantidad que podría ser cubierta en gran parte por la subvención que el Consejo Superior de Deportes destina a la Mutualidad de Futbolistas.

Pese a que los futbolistas fueron declarados por jurisprudencia del Tribunal Supremo «trabajadores por cuenta ajena» en sentencia de noviembre del 72, y que por tanto quedaron automáticamente comprendidos en el ámbito de aplicación del Régimen General de la Seguridad Social, no han sido incluidos en el mismo. Los futbolistas, profesionales siguen sin pertenecer a la Seguridad Social, y ello ha ocasionado no pocos problemas en los últimos años. A la inútil Federación el tema no le ha preocupado nunca lo bastante como para moverse en este sentido.La AFE se ha propuesto como uno de sus primeros objetivos la integración, de los jugadores en la Seguridad Social. La posibilidad de un régimen especial resulta prácticamente imposible por su bajo número. En principio, pues, se estudia la integración en el Régimen General con la posible exclusión de alguna cotingencia protegible, especialmente la del desempleo, que en los futbolistas es forzoso a partir de cierta edad.

Cotizar según el sueldo

El futbolista tiene ingresos fijos por dos partidas: la ficha anual -cantidad diferente dentro de cada club, según la categoría del jugador-, y el sueldo, que es el mismo para todos los componentes de la plantilla, con unos márgenes para casados. Aparte de eso están los ingresos no regulares que perciben en concepto de primas por victorias. La AFE pretende que los jugadores coticen a la Seguridad Social en proporción al sueldo, y que la ficha quede considerada como renta irregular, como compensación a la corta vida deportiva, si bien se podía establecer un mínimo computable, una parte de la ficha por la cual se cotizara con el mismo tratamiento que se da a las horas extraordinarias. Sobre esta base, y con las variantes lógicas de la tarifa de cotización -se podrían aplicar tarifas distintas según la categoría de los jugadores- la cantidad a desembolsar anualmente por cada club de Primera podría pasar algo de unos cuatro millones; los de Segunda, pagarían dos y medio; los de Segunda «B», 1.125.000; y los de Tercera, menos del medio millón. Estos resultados salen del cálculo de sueldos de 60.000, 35.000, 25.000 y 18.000 pesetas de media respectivamente en dichas categorías, y teniendo en cuenta, además, que el número de profesionales en clubs de Tercera es muy bajo.El total que el fútbol tendría que pagar en concepto de Seguridad Social de los futbolistas no alcanzaría, si prosperara este proyecto -que encuentran viables varios especialistas en la materia- los 250 millones de pesetas. Esta cantidad quedaría larguísimamente compensada en el momento en que la Federación autorizara a los clubs a lucir publicidad sobre los uniformes, lo que reportaría a los clubs grandes cantidades del orden de cincuenta millones de pesetas anuales, y superiores en cualquier caso a los diez millones a los más modestos de Primera. Aparte de ello, la AFE propone en su proyecto que parte de la cantidad con que el Consejo de Deportes subvenciona a la Mutualidad de Futbolistas sea utilizada como parte del pago de la Seguridad Social. La Mutualidad de Futbolistas es útil para los jugadores aficionados y juveniles, pero no es utilizada nunca por los profesionales, cuyas lesiones son tratadas siempre por los médicos de sus clubs.

Sigue en estudio mientras en el Ministerio de Trabajo el proyecto de ordenanza del futbolista profesional, en el que se establecerán las tablas salariales sobre las que después se pueda trabajar para esta integración en la Seguridad Social. Desgraciadamente, en todo esto la AFE se mueve no sólo sin el apoyo de la Federación, sino con la oposición de ésta.