Crecen las sospechas de que el atentado es obra de la extrema derecha
Tres días después de cometido el atentado, la policía continuaba ayer sin dar ninguna información sobre la posible identidad de los autores del envío, el lunes pasado, de un paquete-bomba a EL PAÍS, cuya explosión causó la muerte de un ordenanza y heridas gravísimas al jefe de los servicios generales del periódico.Sin embargo, la hipótesis de que se trata de un atentado atribuible a la extrema derecha es manejada cada vez con más seguridad por medios que vienen ocupándose del caso, incluso en círculos oficiales, y que disponen ya de una serie de indicios verosímiles.
En dichos círculos se presta una especial atención a la interpretación, aparentemente apolítica, que ciertos medios de prensa de extrema derecha están dando al atentado y que recuerda, en gran medida, a la maniobra de confusión organizada en las horas siguientes a la matanza de Atocha de enero de 1977. En aquella ocasión se dijo, desde medios ideológicamente próximos a quienes después resultarían presuntos autores del quíntuple asesinato, que se trataba de «un ajuste de cuentas» entre mafias opuestas del sector del transporte.
Ahora, esos mismos medios, y en especial el diario El Alcázar, sostienen la tesis de que el atentado dirigido contra EL PAIS no sería otra cosa que un episodio más de las acciones de una supuesta «mafia del judo». En apoyo de esta tesis, el citado vespertino maneja datos básicos que son totalmente falsos.
Lo burdo del procedimiento -la, bomba estaba mal construida y podía ser identificada- recuerda también, como en el caso de Atocha, más la mano de terroristas aficionados que la de sofisticados profesionales de una mafia del crimen, Además, fuentes dignas de crédito confirmaron que se empleó en el atentado, exógeno activado, un explosivo prácticamente desconocido en España que, aparentemente, procede del mercado francés, y que nunca ha sido utilizado en España por grupos terroristas de extrema izquierda ni por delincuentes comunes.
Un "lapsus"
Por otra parte, en una llamada efectuada ayer por un anónimo portavoz de la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A) a la agencia Europa Press para reivindicar el atentado cometido contra la sede bilbaína del sindicato vasco ELA-STV, se cometió un lapsus que provocó no poca extrañeza en quienes recibieron el mensaje.La voz comenzó diciendo: «La Triple A se responsabiliza del atentado sufrido en la sede de Bilbao por el diario...». Aquí se detuvo un instante para proseguir después: «... perdón, por el sindicato vasco ELA-STV. Seguiremos actuando contra las organizaciones separatistas que quieren romper la unidad de la Patria. Arriba España».
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