Decepción tras la reunión de ministros de Energía de la CEE

La reunión de ministros de Energía del Mercado Común, celebrada en el centro europeo de Kirchberg, en Luxemburgo, aporta cierta decepción. después de las declaraciones pronunciadas el pasado fin de semana en Bruselas por el responsable comunitario del sector energético, el liberal alemán Guido Brunner. No hay declaración pública para que Estados Unidos reduzca sus importaciones de petróleo, ni tampoco declaración a los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que no incrementen el precio del petróleo en su próxima reunión del 16 de diciembre, en Abu Dhabi.El Consejo, bajo la presidencia del ministro alemán de Economía, Otto von Lamsdorff, analizó lo que deberán ser los objetivos generales del sector energético de la CEE, para el horizonte de los años 80. Una reducción de importaciones de petróleo, mejor utilización de los recursos energéticos propios y ahorro de consumo, forman la trilogía capital de la política energética comunitaria.

Los nueve ven con gran preocupación la postura del Gobierno de Estados Unidos. En privado nadie oculta que el presidente Jimmy Carter no cumple, por el momento, los propósitos anunciados en la cumbre económica, occidental del pasado mes de julio en Bonn, destinados a una reducción de importaciones norteamericanas en petróleo, clave del déficit comercial crónico y elemento de debilidad para el dólar.

Es precisamente, la devaluación constante del dólar lo que provocará una subida del petróleo que puede oscilar entre el 5 % y el 15 %, según los expertos. La pérdida de valor adquisitivo de los países productores de petróleo por la degradación de la divisa de Estados Unidos y la reducción de importaciones en general por parte de países industrializados, contribuye a una reducción de excedentes de recursos monetarios entre los países de la OPEP. De los 65.000 millones de dólares de excedente en 1974 se bajará a unos 10.000 millones en 1979. según fuentes bancarias occidentales.

Los nueve adoptaron una serie de decisiones, en sus relaciones energéticas con los países en vías de desarrollo, principales afectados por el alza del petróleo. Destacaron también la importancia de una reactivación de la explotación del carbón en la CEE y de las orientaciones en el desarrollo del sector nuclear.