Comienza la reunión preparatoria de la "cumbre" árabe contra Egipto

Convocada por Irak para persuadir a los Gobiernos árabes de unirse al campo adversario de una paz separada entre Egipto e Israel, dio comienzo ayer en Bagdad la reunión ministerial preparatoria de la cumbre anti-Sadat, prevista para el próximo jueves. En opinión del «número dos» del movimiento palestino Al Fatab, Abou Iyad, aunque la conferencia consagre la división efectiva de Oriente. Próximo en dos campos -el opuesto a El Cairo, apoyado por Moscú, y el de Sadat, sostenido por Washington-, servirá también para restablecer el equilibrio de fuerzas en los países árabes.

«Egipto contra el resto del mundo árabe.» Esta expresión de un alto responsable iraquí ilustra la dimensión de la conferencia de Bagdad, no obstante el carácter moderado que deben tener sus resoluciones, gracias a la presión que entiende realizar Arabia Saudital partidaria de una línea más prudente y conciliatoria de la que defienden palestinos y miembros del llamado Frente de la Firmeza.Es la primera vez que veintiuno de los veintidós países que componen la Liga Arabe han aceptado reunirse para adoptar una estrategia común susceptible de limitar los efectos políticos de los acuerdos firmados en Camp David. Cualesquiera que sean los resultados de este encuentro, el régimen iraquí del general El Bakr podrá justificar su abandono de las tesis elaboradas en la cumbre de Trípoli (Argelia, Siria, Libia y Yemen del Sur), al demostrar que ha sido capaz de reunir en torno de la misma mesa a moderados e intransigentes y obtenido su acuerdo en favor de una plataforma que deje una última puerta de salida a las autoridades egipcias.

Los temas de discusión de la futura cumbre comprenden tres aspectos esenciales, según lo expuesto por el ministro iraquí de Información, Kassen Hamadi: las acciones que deben ser tomadas para hacer fracasar la dinámica de Camp David, la proposición iraquí de enviar tropas a Siria, a lo largo de su frontera con Israel, y el establecimiento de un fondo anual de 9.000 millones de dólares destinado a financiar la confrontación.

El régimen iraquí estima que tras la retirada definitiva de Egipto del «campo de batalla» es necesario fortalecer el frente norte jordano-sirio; en ese sentido Bagdad intenta convencer a los reyes Hussein, de Jordania, y Khaled, de Arabia Saudita, de que los acuerdos de Camp David no sirven sino para enmascarar la ocupación permanente israelí de los territorios árabes.

En los medios de la reunión ministerial de Bagdad se observó ayer un sentimiento de «satisfacción» por los últimos gestos de Israel. «Lo menos que podemos decir -aseguró un diplomático- es que Tel-Aviv no le facilita el trabajo a Carter y Sadat.

Los expertos militares árabes, presentes en los pasillos de la conferencia consideran, por otro lado, que si se consolida la cooperación militar sirio-iraquí los 440.000 hombres de sus fuerzas armadas y el importante armamento soviético de que disponen podrían compensar en buena parte la retirada egipcia. Pero al mismo tiempo se especula sobré la eventualidad de que Israel proceda a una acción, preventiva contra Irak y Siria.

En todo caso, Arabia Saudita ha declarado que hará todo lo posible para impedir el aislamiento de Egipto.