Don Isaac

A don Isaac Bashevis Singer, como ya es sabido, le dieron el Premio Nobel; lo que ya no sabía nadie es quién era don Isaac Bashevis Singer. Los periódicos y las agencias preguntaron a los escritores y éstos, con una rara unanimidad, confesaron su ignorancia, lo cual es muestra de honradez y buen sentido.Yo tuve suerte porque los periodistas no me encontraron y, en consecuencia, tampoco tuve que cantar la gallina, esta temporada no es fácil encontrarme debido a que, como me echaron de mi casa (aunque no con cajas destempladas e incluso con cierta consideración) y me van a echar del Senado de un momento a otro, ando de hotel y de aquí para allá.

No me quejo porque el tumulto, sin exageraciones ni atosigos, es saludable y disuelve el colesterol.

La mayoría de los aspirantes al Premio Nobel, al final -como es lógico- nos vamos para el otro mundo sin llevárnoslo (en primera persona del plural del presente de indicativo de los verbos ir y llevar en sus formas pronominadas), lo cual es relativamente confortador.

A mi me alegra que a don lsaac Bashevis Singer le haya_ tocado el Premio Nobel de este año; el escribir en una lengua minoritaria y punto menos que críptica, es reflejo de una actitud muy decente.