Lorenzo Marco abandonará la presidencia de Sarrió si el consejo le niega poderes ejecutivos
Hoy sábado se celebrará en Zaragoza una reunión de representantes de los trabajadores de todos los centros de trabajo de Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, en la que se analizará la situación de la empresa a la luz de los últimos acontecimientos. Ayer, la reacción de los trabajadores tras los acuerdos del consejo de administración de la empresa, reunido en Madrid durante el miércoles y el jueves, era de expectativa y se confiaba en una decisión colectiva de volver al trabajo el próximo lunes. No obstante, la falta de materias primas convertiría esta vuelta al trabajo en simbólica.
Por otra parte, fuentes bien informadas confirmaron ayer que el presidente de la sociedad, Lorenzo Marco Sarrió, había puesto su cargo a disposición del consejo de administración, que deberá decidir, el 8 de noviembre, fecha de celebración de la junta extraordinaria de la sociedad, si acepta esta dimisión o no. La actitud del señor Marco estaría basada, según estas fuentes, en su deseo de continuar desempeñando el puesto de presidente con carácter ejecutivo, aun cuando exista un consejero-delegado, el señor Gutiérrez Fierro, con carácter ejecutivo también » El señor Marco Sarrió desea mantener poderes ejecutivos idénticos a los del señor Gutiérrez Fierro; en caso contrario, reiteraría su decisión de dimitir y continuaría en la empresa en calidad de consejero.Medios solventes manifestaron ayer que la corriente mayoritaria en el consejo de administración consiste en negar al señor Marco la posibilidad de mantener un alto cargo ejecutivo, equiparable al del señor Gutiérrez Fierro, entre otras cosas, porque esta dualidad pondría en dificultades la gestión de la empresa, que requeriría, según las mencionadas fuentes, una unidad de dirección más coherente. Por otra parte, se ha sugerido al señor Marco que dedique sus esfuerzos con especial énfasis a las actividades comerciales de la empresa, ya que un relanzamiento de las ventas de Sarrió podría contribuir a aliviar las actuales dificultades de la sociedad. Esta posibilidad no parece descartada, y dada la fluidez de la situación por que atraviesa la sociedad, los cambios definitivos que se operen en la línea ejecutiva de la empresa desde hoy hasta el próximo día 8 de noviembre pueden considerarse imprevisibles.
Convenio de acreedores
Entre tanto, la actitud de los bancos, según se supo ayer en medios solventes del sector, es de colaboración en la solución de la crisis de la empresa. Algunos de los cinco grandes se quejaban ayer de la actitud negativa de que son objeto y señalaban que otras entidades de crédito, que tienen incluso más dinero metido en Sarrió y que no han prestado su apoyo a la empresa en estos momentos difíciles, no eran objeto de reproches públicos. Incluso uno de los ejecutivos de un banco consultado ha señalado que las consecuencias negativas de la situación de Sarr,ió la están padeciendo los bancos que están facilitando, en. estos momentos, el dinero necesario para pagar la nómina y permitir que la empresa continúe en pie, mientras que otros bancos, que incluso han puesto ejecutivos contra la empresa, han sido dejados completamente al margen de las críticas.En medios bancarios se señalaba ayer que el protocolo por el cual el grupo de cinco bancos apoyaría a Sarrió contaba con la aprobación de los cinco, aunque por motivos formales no se había podido firmar aún. «La banca apoyará a Sarrió, pero no está todo en nuestras manos», señaló un ejecutivo de un banco. Una de las piezas-clave, según la misma fuente, es la actitud de los acreedores.
El paquete de acreedores fuertes de la empresa, según algunos estudios realizados por expertos bancarios es de unos sesenta o setenta, y no se trata sólo de acreedores bancarios, ya que toda la banca tiene alrededor del 50% del pasivo de la sociedad y los cinco grandes bancos que se han comprometido a ayudar a la empresa en ciertas condiciones tienen solamente el 23% de la deuda de Sarrió. Estudios preliminares realizados en algunos bancos señalan que el posible preconvenio con los acreedores podría solucionar el pago a todos aquellos que tengan deuda de hasta un millón de pesetas en un plazo inferior a los seis meses y los de dos millones podrían cobrar antes de un año. De los 4.000 acreedores que tiene aproximalamente la sociedad, más del 90 % tienen pendientes de cobro cantidades por debajo de los dos millones de pesetas. Por tanto, señala en medios bancarios, el grueso de los acreedores y los que tienen en sus manos el futuro de la empresa son los sesenta o setenta restantes, con los cuales sería necesario suscribir un convenio mediante el cual admitan una moratoria en sus cobros, de tres años, por término medio, a pesar de que en el plazo de esos tres años puedan ir recibiendo cantidades que satisfagan parcialmente el conjunto de la deuda. El número de acreedores con deudas superior a los cinco millones de pesetas es del orden de doscientos, según se señala en los mismos medios.
La actividad comercial
Finalmente, en medios solventes se pone especial énfasis en la necesidad de que la actividad comercial de Sarrió continúe desarrollándose dentro de la mayor normalidad posible, ya que de ello depende el futuro de la empresa y su viabilidad. En esta responsabilidad no estarían ajenas algunas empresas que, como Tabacalera, pertenecen, en cierta medida, a la órbita del sector público; Tabacalera es uno de los principales clientes de Sarrió y sus compras a esta sociedad representan alrededor de la cuarta parte de la facturación de la firma papelera. La continuidad del contrato de Tabacalera con Sarrió se considera fundamental para el futuro de la empresa navarra.En cuanto a los trabajadores, un miembro del comité de empresa manifestó ayer que la impresión general ha cambiado ligeramente con los últimos acontecimientos y es más positiva, aunque sigue existiendo el temor a la pérdida de los 5.000 puestos de trabajo. El viernes, representantes de los trabajadores se reunieron con centrales sindicales para estudiar la situación de la empresa; en la reunión, éstas manifestaron su deseo de apoyar la continuidad de la sociedad y de los puestos de trabajo. En cuanto a los trabajadores de Sarrió, durante los últimos días han estudiado una serie de medidas que propondrán a los poderes públicos para apoyar el saneamiento de la empresa.
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