Decenas de miles de madrileños se manifestaron ayer por el problema de la vivienda

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer por la tarde en el barrio madrileño de Vallecas, siguiendo el llamamiento de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FPAV), que con este acto ponía punto final a la «Semana de la Vivienda» que se ha venido celebrando en los últimos días en la capital de España. Según la FPAV el numero de manifestantes fue de 150.000, que contrasta con los 90.900 que dio la Policía Municipal, y con la fórmula de «alrededor de 100.000» que dieron las agencias de prensa. Otros observadores cualificados señalaron que la cifra era notablemente inferior. La FPAV agrupa a 110 asociaciones de vecinos y la manifestación estaba apoyada por siete partidos de izquierda, cuatro centrales sindicales y otras organizaciones.

La manifestación se inició a las siete y media de la tarde de ayer en el Puente de Vallecas y tras recorrer la avenida de la Albufera terminó en el Alto del Arenal, donde, tras la lectura de un comunicado de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, se disolvió sin que se registraran incidentes.Numerosas pancartas de todas las organizaciones convocantes (PCE, PTE, ORT, LCR, MC, OIC, PCT, CCOO, USO, SU y CSUT, así como otras organizaciones de carácter ciudadano, además de la FPAV), todas ellas alusivas al problema de la vivienda en Madrid y su provincia, así como un elevado número de banderas y pancartas con los colores republicanos, jalonaron los casi tres kilómetros de recorrido que había sido autorizado por el Gobierno Civil.

Simón Sánchez Montero, diputado del PCE, Marcelino Camacho, secretario general de CCOO, Julián Rebollo, presidente de la FPAV, Francisca Sauquillo y Joaquín Aramburu (candidatos a la alcaldía de Madrid por ORT y PTE, respectivamente) y dirigentes de la Federación, de asociaciones de vecinos, de los partidos y sindicatos convocantes presidían la manifestación portando una gran pancarta de quince metros de ancho, cuya inscripción decía: «Viviendas para todos, ya». El resto de las pancartas hacían alusión a problemas aislados de cada barrio o pueblo de Madrid, según fuera el grupo firmante.

Los gritos pronunciados fueron de la índole de «Pisos, si; chabolas, no», «Sí, sí, sí, viviendas para Madrid», «Más viviendas, menos policías», «Más viviendas, menos paro», «No se ven las viviendas de Ucedé» y uno alusivo a José Luis Alvarez, alcalde de Madrid. El servicio de orden estuvo integrado por 1.500 y funcionó sin problemas.

En el comunicado leído al final de la concentración por Julián Rebollo (único orador) se acusaba al Ministerio de Obras Públicas de inoperancia en el tema de las viviendas sociales y se afirmaba que el hecho de que en Madrid haya miles de pisos vacíos es un delito social del que es responsable el Gobierno. La nueva ley de viviendas sociales es un fracaso, dijo igualmente Rebollo, ya que en 1979 se construirán 3.000, y dado que existen 35.000 chabolas, la erradicación del chabolismo tardará diez años.

«Es un problema de irresponsabilidad y de no cumplimiento de los pactos de la Moncloa por parte del Gobierno, que se niega a poner medios para la solución del problema. No es por falta de dinero, sino por el uso que se le da a este», agregó.

El comunicado terminaba pidiendo créditos oficiales para la solución del problema de la vivienda, paralización de los derribos y revisión de los expedientes, adjudicación de los pisos vacíos, fomento de las cooperativas, normativa contra el fraude y traspaso a los ayuntamientos de competencias en materia de la vivienda.

Noventa mil manifestantes, según la Policía Municipal

Para la Policía Municipal, el número de personas al final de la manifestación fue de 90.000 personas, según un cálculo de cuatro personas por metro cuadrado. Los organizadores dieron la cifra de 150.000. Las agencias de prensa, alrededor de 100.000. Otras estimaciones hablaban de cifras notablemente más bajas, a la vista de los grandes claros que había entre los manifestantes.De hecho, la Policía Municipal hizo la estimación basándose en el cubicaje de la zona de la manifestación y asignando cuatro personas a cada metro cuadrado, lo que no sólo es imposible tratándose de gente en movimiento, sino que además los grandes claros detectados en todo el recorrido de la manifestación por redactores de EL PAIS permiten presuponer que la cifra era notablemente inferior, pudiendo establecerse incluso por debajo de las 50.000 personas.

Con todo, el número de manifestantes previsto por la Federación (más de 100.000, según previsiones anteriores de Julián Rebollo), no llegó a alcanzarse, por lo que se puede hablar de un fracaso aparente del movimiento vecinal y ciudadano madrileño, toda vez que la FPAV agrupa a 110 asociaciones madrileñas y además la manifestación estaba apoyada por siete partidos políticos (entre ellos, PCE, PTE y ORT) y cuatro sindicatos (CCOO, SU, CSUT y USO).

El único partido que no acudió a la manifestación fue el PSOE, al igual que la central sindical socialista UGT. Dirigentes de los dos grupos manifestaron repetidas veces que no reconocían a la FPAV Como representativa y que además era un montaje. encubierto del PCE. Simón Sánchez Montero (PCE), Francisca Sauquillo (ORT) y otros dirigentes de partidos y centrales lamentaron la ausencia del PSOE, manifestaron que su postura era equivocada e hicieron votos para que en el próximo acto unitario de este tipo estén presentes el partido y la central socialistas.