La CEE, interesada en los monopolios españoles

La entrada de España en el Mercado Común supondrá una modificación en la política española de monopolios (petróleo y tabaco, en particular) a fin de adaptar las reglas de mercado a la libre competencia comercial, de acuerdo con los principios del tratado de Roma en que se funda la CEE.Una primera sesión, de carácter informativo, se celebró ayer en Bruselas entre expertos españoles y comunitarios. La parte española informó ampliamente de los actuales reglamentos españoles en los sectores de monopolios. Los aranceles exclusivos a la importación, producción, comercio interior, sistema de comercialización, publicidad y futuras adaptaziones de los monopolios españoles a las reglas comunitarias fueron los principales puntos debatidos.

Los comunitarios tienen particular interés en conocer la situación del monopolio de «productos petrolíferos, tabaco, ciertos productos farmacéuticos y algunos productos agrícolas sometidos a comercio de estado».

El artículo 37 del Tratado de Roma prohibe la práctica de monopolios en el interior de los estados miembros de la CEE. Los comunitarios se otorgaron un plazo transitorio de diez años para eliminar completamente dichas prácticas comerciales. Sin embargo, existen todavía políticas monopolísticas en Italia (tabaco, cerillas), Francia (tabaco y petróleo), RFA (alcoholes).

Es probable que la orientación española cara a la integración intente un período transitorio largo para modificar ciertas prácticas de monopolios. Las reglas del Mercado Común no impiden, por el contrario, la existencia de empresas estatales en sectores claves, cómo puede ser el petróleo. Lo que imponen es que, al lado de una gasolinera de CAMPSA pueda instalarse otra de Schell, BP o cualquier otra empresa del sector.