Carestía de sábado noche
El motivo de dirigirme a usted no es otro que el de expresar mi indignación por las constantes subidas de las salas de baile, sin que los medios de comunicación lo aireen para que se entere la opinión pública, porque ya está bien de que ciertos señores con sus cadenas de bailes monopolicen las diversiones de la juventud y les impongan unos precios abusivos. ¿Y qué dan a cambio? Pues se lo diré: unas bebidas pésimas, atmósfera irrespirable. un exceso de público; pero todo eso no importa, lo importante es ganar dinero. Y como la Administración no hace nada por la juventud creando centros apropiados para que los jóvenes puedan reunirse y hacer otro tipo de diversiones. pues tienen que ir a engordar los bolsillos a estos señores.
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