Polémica hispano-comunitaria sobre el acuerdo siderúrgico de abril

La Comisión Europea propondrá al Consejo de Ministros de la CEE del próximo 17 de este mes en Luxemburgo la prórroga, por un año más, del plan «anti-crisis» que pretende limitar los efectos de la recesión económica en el sector siderúrgico comunitario. Este programa «anti-crisis» fue elaborado por los servicios del vicepresidente de la Comisión Europea responsable de política industrial, Etienne Davignon, que en su apartado de comercio exterior aplica restricciones a la importación y respeto de precios mínimos.Para analizar la marcha del acuerdo de comercio de productos siderúrgicos, firmado en abril pasado entre el Gobierno español y la Comisión Europea, ayer se reunieron en Bruselas un grupo mixto de expertos hispano-comunitarios. Sin llegar a resultados, se barajaron cifras que no concuerdan. Según los comunitarios, los siderúrgicos españoles han superado el cupo de 900.000 toneladas que la CEE les concedió para el año en curso. Según los españoles, las cifras presentadas por los comunitarios son discutibles, al incluir la Comunidad partidas de exportación siderúrgica española que van inicialmente destinadas a otros países europeos no miembros de la CEE y que los importadores reexpiden por su cuenta al mercado comunitario.

Otros dos aspectos del problema siderúrgico actual entre España y el Mercado Común, se centran en las quejas comunitarias, según las cuales España no respetaría la disciplina de «precios mínimos», impuesta por la CEE para la entrada de productos siderúrgicos en el mercado europeo. Siempre según los comunitarios, existen 160 partidas de exportación españolas que no habrían respetado los precios mínimos. Las quejas vienen por parte de empresas siderúrgicas comunitarias. La delegación española solicitó más detalles antes de tomar las eventuales medidas. Por último, los comunitarios alegaron que el Ministerio de Comercio no facilita con la suficiente rapidez las licencias de importación para la entrada de productos siderúrgicos comunitarios al mércado español. La réplica de los representantes de Madrid se basa en que la baja coyuntura económica española reduce la necesidad de importación. Ambas delegaciones volverán a reunirse dentro de unas semanas para continuar las conversaciones e iniciar la negociación del cupo de productos siderúrgicos españoles que España podrá exportar a la CEE, en 1979.