Ultimátum de la ONU a Suráfrica sobre Namibia
El Consejo de Seguridad de la ONU presiona a Suráfrica para que acepte en el plazo de veinticinco días la propuesta de las Naciones Unidas de supervisar unas elecciones que marquen Ia preindependencia de Namibia, una propuesta que el Gobierno de Pretoria rechazó la semana pasada.En una nota publicada tras la reunión del Consejo de Seguridad del viernes, se formula un llamamiento al régimen surafricano para que «coopere con el secretario general, Kurt Waldheim, y el grupo creado para que supervise las citadas elecciones de Namibia».
A petición de Estados Unidos y los países occidentales miembros del Consejo de Seguridad se decidió crear una fuerza de pacificación de facto que sería estacionada en Namibia una vez que este territorio, actualmente administrado por Suráfrica, recuperase la independencia.
Durante dieciocho meses, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania Federal e Inglaterra presionaron sin éxito a Pretoria para que aceptase esa supervisión internacional de las elecciones en Namibia. Al mismo tiempo sostuvieron conversaciones con el SWAPO, la organización guerrillera del territorio, que finalmente estuvo de acuerdo con Pretoria en permitir el estacionamiento de la fuerza pacificadora de la ONU y restringir sus acciones mientras que se celebrasen las elecciones.
La primera propuesta para celebrar elecciones para los 900.000 namibios fue presentada a Pretoria el pasado 10 de abril, y aceptada por el entonces primer ministre, John Vorster, el 25 del mismo mes El SWAPO también estuvo de acuerdo.
Posteriormente, Waldheim en vió una misión de información Namibia que elaboró un informe a raíz del cual la ONU propuso el estacionamiento de 7.500, «cascos azules» durante las elecciones, una proposición que Suráfrica rechazó categóricamente.
De acuerdo con esta actitud, Vorster dijo que organizaría elecciones en Namibia durante las dos últimas semanas de noviembre y que los ganadores procederían a elegir la forma de Gobierno que adoptaría el nuevo Estado. Estados Unidos y los países occidentales denunciaron estos intentos.
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