Signos de recuperación en la Compañía de Jesús

Aproximadamente cada tres años, un centenar de jesuitas, en representación de los 28.000 de todo el mundo, se reúnen en Roma para estudiar en la curia generalicia cuál es el estado de salud de la compañía. En estos días está reunida con el superior general, Pedro Arrupe, esta asamblea que ellos llaman Congregación de procuradores. No tiene los poderes de la Congregación General, que es el supremo órgano de la compañía, pero es muy importante porque estos representantes llegados a Roma de todo el mundo pueden pedir al padre general la convocatoria de una congregación general extraordinaria si la consideran necesaria.En cuatrocientos años sólo una vez se hizo esta petición, en 1606. Evidentemente, si en estos días esta asamblea pidiera al padre Arrupe la convocatoria de la congregación, demostraría que algo muy grave está pasando en la institución religiosa más importante de la Iglesia.

Según el padre Donald R. Campion, responsable de la oficina de prensa de la curia generalicia, no existen motivos para que se celebre actualmente una congregación extraordinaria, ya que la figura del padre Arrupe no sólo no está en discusión, sino que hoy recoge más consenso que cuando fue elegido. Por otra parte, la compañía está viviendo, después de las dificultades de los últimos diez años, un «momento de serenidad». Aumentan las vocaciones casi en todas partes, sobre todo en Estados Unidos y en India y América Latina. En España han aumentado menos.