Londres prepara nuevas acciones para acabar con la guerra rodesiana

Gran Bretaña se dispone a montar una última ofensiva en favor de rápidas negociaciones entre el Gobierno rodesiano y el Frente Patriótico. Junto con la adopción de una política coherente hacia el régimen surafricano sobre la cuestión de Namibia, estos parecen ser los compromisos más relevantes adquiridos por el primer ministro Callaghan con el presidente de Zambia en su reunión de Nigeria. durante el fin de semana.Ayer, antes de volar a las Naciones Unidas para participar en los debates del Consejo de Seguridad sobre Namibia, el ministro de Asuntos Exteriores británico declaró que el tiempo se acaba para Rodesia. El señor Owen ha sugerido el temor de Londres a que se precipite una solución militar si Estados Unidos y Gran Bretaña de un lado, y los países de la «línea del frente», de otro, no toman en sus manos a cualquier precio la dirección del conflicto.

Un conflicto que puede entrar en otra nueva fase después de que las tropas rodesianas que han arrasado varios campos guerrilleros en el interior de Mozambique hayan entrado en combate directo con fuerzas mozambiqueñas, que acudieron en apoyo de los guerrilleros.

El hecho de que en los combates, que pueden haber causado centenares de muertos según el mando militar rodesiano, hayan participado vehículos acorazados del Frelimo, alimenta la hipótesis de que instructores soviéticos o cubanos puedan haberse visto envueltos en la lucha, librada sesenta kilómetros en el interior de Mozambique y en la que Salisbury ha desplegado lo mejor de su Ejército, incluidos helicópteros de ataque Alouette vendidos por Francia.

En las largas entrevistas del señor Callaghan y el presidente Kaunda, el premier británico habría asegurado a su interlocutor que en ningún caso serán enviadas tropas inglesas a Rodesia y que Londres no ha estado ni está dispuesto a prestar oídos a las últimas proposiciones de Ian Smith para «legalizar» su régimen, devolviendo a Gran Bretaña la soberanía teórica sobre el país africano.