Funcionario, no ingeniero

En el ejemplar del pasado día 2 de septiembre de EL PAÍS, aparece un artículo con mi firma sobre el sector eléctrico español. Dicho artículo le fue remitido al editor de a sección de economía firmado exclusivamente con mi nombre, sin mención alguna de mi titulación o puesto de trabajo.La redacción de EL PAÍS ha anadido, sin embargo, por su cuenta, tras mi nombre: «Ingeniero industrial, agregado a la Embajada de España en Washington». Con ello no sólo malinforma a sus lectores -puesto que yo n o soy ingeniero industrial-, sino que puede contribuir a dar la impresión de que las opiniones en él recogidas representan de alguna manera a las del Ministerio de Industria, del que sí soy actualmente funcionario en Washington.

Le ruego por ello dé publicidad a esta carta, con el fin de que quede claro que las opiniones aparecidas en ese y anteriores artículos las he expresado exclusivamente como un ciudadano más.