Discrepancias entre las fuerzas políticas sobre la "Diada" valenciana

Dieciséis fuerzas políticas valencianas, sólo dos de ellas con representación parlamentaria (socialistas y comunistas), asistieron a últimas horas del miércoles a una reunión convocada por el PSOE, fuerza hegemónica en el Consejo del País Valenciano, para preparar la celebración del Día del País Valenciano, el próximo 9 de octubre, como fecha histórica de reafirmación autonómica y apoyo al primer Gobierno valenciano.Las discrepancias de los asistentes en torno a la presencia en la mesa de partidos de la URV (Unión Regional Valencianista), grupo de la derecha extraparlamentaria creado después del 15 de junio para «defender la personalidad valenciana», hizo inviable desarrollar el programa de la reunión presentado por los socialistas y, por tanto, quedaron emplazados los asistentes a una nueva reunión en la que cada participante se autoconvocaría.

La participación de la URV, que no llegó a entrar en la sala de reunión en espera del acuerdo de las otras quince fuerzas, creó dos sectores; por un lado, los partidos interesados en el carácter unitario de la jornada siempre que se respeten los acuerdos producto de una negociación, sector en el que se encontraban el PSOE, como partido que había convocado a la URV, PCPV (PCE), ORT y PTE, y otra tendencia que SIC negaba a sentarse a la misma mesa con la derecha extraparlaméntaria. Defensores de esta segunda postura fueron MCPV, PSAN, OIC y otras fuerzas de la izquierda sin parlamentarios que están conformando una estrategia nacionalista más exigente que la actual del Consejo valenciano.

No obstante, entre las dificultades para obtener el consenso no se toparía simplemente con este veto a los viejos defensores del centralismo. Consultados diversos miembros de la mesa, se concluye que el debate puede encontrar serias dificultades al establecer que el Consejo del País Valenciano sea el protagonista de la Diada, y los actos de ese día, manifestaciones públicas de apoyo a la institución.

Igualmente encontrará obstáculos reivindicar la autonomía del País Valenciano, según el proceso que marca el borrador de la Constitución. Las razones de estas divergencias, expresadas especialmente por los extraparlamentarios, estriban en la no identificación con determinados planteamientos de la política del autogobierno valenciano y asimismo disconformidad con la Constitución, que según su actual redacción consagraría al País Valenciano con una autonomía de segunda.