La autonomía, reconocimiento de la identidad de los pueblos

Unión de Centro Democrático presentará en su primer congreso, a celebrar el próximo mes de octubre en Madrid, una ponencia sobre las autonomías, en la que quedan reflejados los criterios que en torno a este tema rigen en el partido del Gobierno.En el borrador de la ponencia, difundido por la agencia Europa Press, se especifica que UCD es consciente de que el planteamiento autonómico significa dotar al país de una infraestructura política, económica y administrativa de acuerdo con las exigencias del futuro y reconoce que «determinados servicios públicos, estatales o locales, encuentran en el territorio regional el mejor espacio para su adecuado planteamiento y gestión».

UCD acepta, según lo expuesto en el mencionado borrador, la distinción entre nacionalidades y regiones, pero deja bien claro que el término nacionalidad no está vinculado al de soberanía, ni al principio federal, ni al derecho de autodeterminación, ni al derecho de secesión. Para UCD, el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones se vincula a la «indisoluble unidad de la nación española», y significa «el reconocimiento de la personalidad de un pueblo a través de su estatuto de autonomía aprobado por el Estado». Dicho estatuto -aclara- es algo posterior a la delimitación territorial de la comunidad autónoma. Sobre este punto concreto, UCD afirma en otro de los apartados de su documento que el derecho a autodelimitarse consiste en determinar territorialmente el ámbito de la comunidad autónoma.

La posibilidad de que España pueda quedar dividida en una parte autónoma y otra que no lo sea queda explicada cuando se señala que «el ejercicio del derecho a la autonomía no es obligatorio y que no conduce, por tanto, a un Estado plenamente regional.

La economía, fundamental

El partido del Gobierno afirma también que dentro del proceso de transferencias, la del poder financiero es fundamental en el contenido de las autonomías. Las comunidades autónomas -señala- han de contar con haciendas regionales, que en buena medida han de nutrirse con recursos que hoy pertenecen al Estado. Por último, UCD entiende que es absolutamente necesaria una reforma de la Administración, tanto a nivel regional como periférico, al objeto de que las comunidades autónomas no degeneren en una multiplicación de organismos y de burocracia (y por consiguiente de costos) y que la figura del delegado del Gobierno, que ha de existir en cada territorio autónomo, tiene que jugar un papel importante en la comunidad. «Ha de acentuarse -añade el borrador- el carácter técnico de los gobernadores civiles, en las provincias.»Finalmente, UCD insiste en que no debe haber diferencias entre las diversas autonomías del Estado español. «La autonomía de los pueblos debe desarrollarse -dice textualmente- dentro de un marco único establecido en la Constitución común para todos ellos.»