Craxi relanza la alternativa al comunismo leninista
Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista italiano (PSI), respondió ayer, tras una semana de mutismo, a la avalancha de críticas suscitadas por su artículo el Evangelio Socialista, dentro y fuera de su partido.
Craxi, respondiendo sobre todo a su gran adversario del partido, Francesco de Martino (el ex secretario a quien Craxi sustituyó en el cargo), ha contestado en un artículo publicado en Avanti, órgano oficial del partido, que no existen maniobras, ni cálculos maquiavélicos en su Evangelio Socialista, y que «el socialismo se puede llamar marxista, pero también revisionista».
Craxi niega que le trate de un «ataque al PCI». Al contrario, lo que pretende el PSI es estimular a los comunistas para que no se paren en su línea de revisionismo si desean contribuir a «aclarar los problemas de la izquierda», para que no se repita en Italia «el caso de la izquierda francesa» y poder, de este modo, contribuir a preparar una «verdadera unidad».
Lo que está intentando el PSI en su nuevo curso es, según Craxi, una alternativa al comunismo leninista, «una concepción laica, democrática y pluralista del socialismo».
Algunos observadores piensan que Craxi ha obtenido lo que deseaba: arrancar de las manos del líder comunista Berlinguer la bandera del debate político acerca del leninismo, que el secretario comunista había abierto con su entrevista al diario Repubblica el mes pasado.
A la polémica se unió ayer el líder republicano Ugo la Malfa, quien afirma que no basta con utilizar un lenguaje occidental, cuando en realidad se rechaza la programación económica del Occidente moderno.
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