ETA-pm anuncia una ofensiva contra las fuerzas de orden público
ETA político-militar reivindicó ayer, por medio de un extenso comunicado, enviado a la redacción del diario Egin, el atentado que costó la vida al inspector del Cuerpo General de Policía Alfonso Estevas, confirmando una llamada telefónica al mismo periódico en la tarde del martes. El documento, de cuatro folios, acusa al señor Estevas de haberse destacado en la formación de bandas parapoliciales y de coordinar a los elementos de la Internacional Fascista en Euskadi, haciéndole responsable del atentado contra el matrimonio Etxabe en San Juan de Luz.
La misma organización anuncia que ha decidido «comenzar una ofensiva contra las fuerzas represivas de forma permanente, hasta total disolución», ofensiva de la que el atentado contra Alfonso Estevas en Fuenterrabía, constituye el primer paso.En otro apartado del comunicado, ETA se refiere al aumento de la represión en Euskadi, recordando la muerte de personas en controles de carreteras, las torturas a militantes de su organización detenidos en Vizcaya, la proliferación de acciones a cargo de grupos de extrema derecha y la muerte de manifestantes. Otro de los párrafos indica que existe una premeditada provocación contra Navarra. Se afirma también que las opciones que pretende imponer UCD en materia de orden público son contrarias a las del pueblo vasco, que ha exigido reiteradamente la depuración de responsabilidades en relación con las actuaciones policiales del mes de julio, la retirada inmediata de las fuerzas del orden actuales y la sustitución de estos cuerpos por fuerzas dependientes del órgano autonómico vasco.
El comunicado cita también como elemento de la escalada atribuida al Gobierno de UCD en su actitud represiva, el «insulto público a nuestros parlamentarios», el incumplimiento de acuerdos con el Consejo General Vasco en materia de transferencias. Protesta más adelante por el nombramiento de Manuel Ballesteros, como comisario jefe de Bilbao, y después, de anunciar una ofensiva generalizada contra las fuerzas del orden se refiere a los comisarios Ballesteros y Sainz como futuros objetivos.
El atentado de Fuenterrabía supone un importante giro en la evolución de la lucha armada en Euskadi desde el comienzo del proceso democratizador. ETA político- militar había decidido en su VII asamblea llevar a la práctica el «desdoblamiento» en dos organizaciones, una de carácter político y legal y la otra armada. De esta decisión nació el partido ElA que, formando parte de la coalición Euskadiko Ezkerra, logró situar al que entonces era su militante, Francisco Letamendía, en el Congreso de los Diputados. La organización armada ETA-pm pasó aparentemente a un segundo plano, protagonizando acciones menos espectaculares y menos violentas que las de la rama militar, entre ellas, la voladura del domicilio de varios empresarios cuyos trabajadores se encontraban en huelga y algunas emisiones radiofónicas de breves minutos.
Por otra parte, se ha confirmado también que la Organización Militar Autónoma, de ideología independentista, reivindicó al diario Egin el atentado contra el cabo de la Guardia Civil Aurelio Salgueiro. El comando asegura que el pueblo ha dictado sentencia contra las fuerzas represivas por medio de procedimientos verdaderamente democráticos, como las asambleas y las manifestaciones, e invita a toda Euskadi, y en especial a sus grupos más combativos, a que sean ellos mismos quienes protagonicen directamente los ataques contra el aparato represivo.
Alfonso Estevas, enterrado en Madrid
A las nueve y media de la mañana de ayer fueron inhumados en el cementerio de La Almudena, de Madrid, los restos mortales del inspector del Cuerpo General de Policía Alfonso Estevas Grimau, asesinado el pasado lunes en Fuenterrabía. El cadáver llegó a Madrid de madrugada, por deseo expreso de sus familiares. Durante el sepelio no se registraron incidentes, si bien hubo un clima de notable tensión. Entre los asistentes se encontraban el jefe de los guerrilleros de Cristo Rey, Mariano Sánchez-Covisa, el subdirector general de Seguridad y numerosos compañeros de la víctima.
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