Los editores rechazan el establecimiento de un libro de texto único

Los editores de texto y material escolar han hecho público un informe en el que señalan la necesidad de modelar los canales de distribución para abaratar los precio del mencionado material, en la línea de lo propuesto en los pactos de la Moncloa. Un resumen del informe fue difundido ayer por la agencia Europa Press. Los editores rechazan también enérgicamente el establecimiento de un libro de texto único.De acuerdo con el citado resumen, el informe recuerda que, aunque la labor desarrollada por el librero ha sido muy importante hay que tener en cuenta que percibe una comisión del 30% sobre el precio de tapa del libro escolar».

Como posibles soluciones, los editores citan el establecimiento de canales de distribución paralelos, como la compra directa por parte de las asociaciones de padres de alumnos y la aceleración de la gratuidad de la enseñanza, lo que convertiría al Estado en el único comprador.

No obstante, los editores indican que esta última medida no puede significar, en ningún caso, el establecimiento del texto único. Se declaran «firmes defensores de la libertad de edición y elección, como partes inalienables de la libertad de opciones educativas propias de una sociedad democrática».

En su rechazo del texto único los editores llegan a decir, según Europa Press, que «el establecimiento de un texto único, o de fórmulas que en el fondo puedan degenerar hacia ese sistema es una medida impensable en cualquier país verdaderamente libre, tras la cual se disimula torpemente una dictadura ideológica sobre las futuras generaciones».

«Los editores rechazan cualquier intento o maniobra de trasladar el derecho de elección de los libros a instancias ministeriales, políticas o pseudotécnicas, que falsearían -por sus planteamientos, condicionamientos y servidumbres- la libre elección del libro de texto», concluye el informe difundido por Europa Press.