Tarradellas cesa a un alto cargo del Gobierno catalán

En la mañana de ayer, el presidente de la Generalidad cesó de forma fulminante al secretario general técnico del departamento de Sanidad y Asistencia Social, Pere Comas, destacado abogado del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). El cese fue dado a conocer a través de un lacónico télex remitido por la Generalidad, el cual no explicitaba el motivo de la decisión.No obstante, en los medios políticos catalanes existía una total coincidencia en considerar que el cese era debido a un artículo de Pere Comas aparecido en la misma mañana de ayer en Mundo Diario. El título del mismo era La Generalidad y su relación con las diputaciones.

Los criterios desarrollados en el artículo por Comas, eran eminentemente jurídicos, si bien implicaban una clara crítica a Tarradellas, pese a no citarlo. Como ya se ha informado repetidamente en estas páginas, todos los partidos catalanes -incluida la UCD- sostienen que la Generalidad está legalmente facultada para disponer la integración en la misma de las funciones hasta ahora competencia de las cuatro diputaciones catalanas. Estos criterios no eran compartidos por Tarradellas -si bien manifestó someterse a los mismos en el último consejo de la Generalidad-, quien opinaba que debían ser oídos los plenos de las diputaciones franquistas. Toda la izquierda catalana ve con temor la auténtica luna de miel existente entre Tarradellas y el búnker franquista que controla las diputaciones catalanas. La izquierda considera que ello tiene una finalidad electoral.

En su artículo, Pere Comas aludía a «una creciente preocupación por el incomprensible retraso que sufre el traspaso de competencias de las diputaciones a la Generalidad de Cataluña». Agregaba que «la Generalidad de Cataluña podía, en el marco de sus atribuciones, proceder a integrar inmediatamente las actuaciones de las cuatro diputaciones que fuesen de interés general de Cataluña y coordinar todas sus funciones, sin esperar el traspaso de funciones ni servicio alguno».

Existen pocas dudas respecto a que los comunistas catalanes van aceptar sin demasiadas protestas, la decisión de Tarradellas. Decididos a permanecer en el gobierno catalán, parecen dispuestos a aceptar el trato desconsiderado que les da Tarradellas, en aras a poder presentarse como un partido capaz de estar en un gobierno de concentración. Ayer EL PAÍS intentó infructuosamente ponerse en contacto con Ramón Espasa, también del PSUC y titular de la cartera de Sanidad y Asistencia Social, quien no fue consultado acerca del cese de su principal colaborador. Sin embargo, donde cabe esperar una reacción es entre los 40.000 militantes del PSUC. Si su simpatía hacia Tarradellas era hasta ahora casi nula, a partir de este momento será aún menor.