Interés suizo por el nuevo sistema monetario de la CEE

En un informe presentado al Parlamento, el Gobierno helvético sostuvo que aún no tiene un criterio definido frente al proyecto de un sistema monetario europeo, basado en tipos de cambio fijos, pero ajustables, y sustentado en una masa considerable de recursos, aprobado en principio por los jefes de Estado y de Gobierno del Mercado Común en la primera quincena de julio, durante la cumbre celebrada en Bremen.

Tanto el Banco Nacional Suizo como las autoridades gubernamentales aseguran en su informe estar siguiendo con atención la elaboración del proyecto, y estar a la expectativa. Es prematuro, afirman, definir la actitud que asumirá Suiza frente al nuevo sistema -agregando que- en efecto, sus implicaciones para los países participantes y para los terceros países no podrán ser evaluadas con certeza hasta el momento en que se disponga de indicaciones más precisas sobre las modalidades del funcionamiento del nuevo sistema.Sin embargo, se dice en el, informe que el éxito durable de tal sistema dependerá, en gran medida, de las tensiones a las cuáles su funcionamiento esté expuesto.

Según los observadores y expertos, tras estas afirmaciones del Gobierno helvético se esconde una fuerte dosis de escepticismo, que se basa, fundamentalmente, en la creencia de que ningún sistema monetario, aisladamente, podrá hacer frente con éxito a las fluctuaciones del dólar si el propio Gobierno norteamericano no adopta las medidas necesarias.

Mientras, el Gobierno suizo informó ayer de la constitución de tres grupos de trabajo o comisiones «encargadas de preparar las medidas destinadas a hacer frente a una agravación eventual de la situación monetaria y económica en el mundo».

Esta decisión fue tomada la semana pasada, en una reunión del Consejo de Ministros con las autoridades monetarias. Ayer comenzó sus trabajos la comisión encargada de la promoción de las exportaciones y del turismo (dos áreas visiblemente afectadas por la revaluación del franco y la caída del dólar); la comisión de estudios sobre futuras medidas económicas y financieras en el plano interno, y una tercera comisión, que estudiará medidas de orden monetario, en particular el funcionamiento del mercado de cambios.