La fuerza de trabajo aumentará en 900 millones de personas para el año 2000, según la OIT
En el discurso de clausura de la 64 Conferencia Internacional del Trabajo (junio de 1978), Francis Blanchard, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), abogó por una campaña mundial que ayude a desmantelar lo que calificó de «bomba de tiempo» del desempleo. Ayer, la Oficina de Estadísticas y Estudios Especiales de la OIT dio a conocer un informe de características alarmantes, según el cual, la fuerza mundial de trabajo aumenta en 5.000 personas por hora o en 120.000 por día, lo que hace necesario proporcionar trabajo, de esta fecha al año 2000 a 1.250 millones de personas (que en su mayoría ya han nacido).
Por otra parte, el informe señala que la población activa del mundo probablemente alcance a fines del presente siglo a 2.500 millones de personas, novecientos millones más que en 1975, constatándose además que en la actualidad existen unos cincuenta millones de desempleados y trescientos millones de subempleados.
«Dada esta carencia acumulada y la multitud de seres humanos que ingresarán a la fuerza de trabajo, es imperativo un inaudito esfuerzo mundial concertado de desarrollo -sostiene la OIT- que sea capaz de crear cincuenta millones de puestos por año durante el resto de este siglo. (Es un desafío equivalente al de crear empleo cada año para casi toda la población de Francia o de Gran Bretaña).»
El estudio estadístico constata que entre 1950 y 1975, la cantidad mundial de trabajadores aumentó anualmente en veintidós millones, y concluye que la explosión de la fuerza de trabajo que llevará el aumento anual a cincuenta millones de seres humanos, es consecuencia directa de la «marea demográfica» que se registró en el período 1950-1960, especialmente en los países en desarrollo.
Tercer Mundo y países desarrollados
Según la OIT, el crecimiento acelerado de la población, tendrá sus consecuencias más agudas en el Tercer Mundo, donde habrá 1.060 millones de personas en busca de trabajo (el 85% de la cifra total), antes del año 2000.En cuanto a los países desarrollados la «marea demográfica» experimenta un retroceso. Se prevé que el aumento de la fuerza de trabajo en esos países alcance a 119 millones de personas en el año 2000. (Entre 1950 y 1975 hubo 122 millones).
Finalmente, la OIT constata que uno de los problemas más graves que enfrentan en la actualidad los países industrializados, se refiere al paro juvenil. Según un estudio dedicado exclusivamente a esa área laboral, el número de jóvenes desempleados se elevó en quince países europeos en 1977, de 2.900.000 a 3.300.000, registrándose un fenómen.o de proporciones similares en Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Japón.
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