García Valdés no dejará su cargo hasta que termine la reforma penitenciaria

El director general de Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés, no dimitirá de su cargo, en contra de los rumores que circularon recientemente sobre una posible renuncia.El señor García Valdés, que sucedió en el puesto a Jesús Haddad, asesinado el pasado mes de marzo, ha dicho a Europa Press que no dejará la dirección general hasta que no considere que la reforma penitenciaria se halla encarrilada. El suyo, ha afirmado, «es un cargo polífico», pero que él no es un político. El profesor García Valdés desea fervientemente volver a la Universidad, donde se ha distinguido por su estudio y enseñanza del derecho penitenciario.

El director general de Instituciones Penitenciarias piensa, en todo caso, que su cargo «no es inamovible». En cuanto a la reforma penitenciaria en la que se halla empeñado, dice que esta reforma no consiste sólo en hacer una ley penitenciaria. «La reforma son también los establecimientos adecuados, las inversiones realizadas y la consolidación de la situación penitenciaria, mediante una recuperación del prestigio de la institución».

Si todo se desarrolla normalmente, señala el señor García Valdés, la mencionada reforma puede tardar en realizarse uno o dos años. En función de este plazo, el director general repite tajantemente que «el cargo no es perpetuo. No creo que la reforma penitenciaria necesite más de dos años para quedar perfilada».

Los propósitos de reforma mantenidos por Carlos García Valdés han sido entorpecidos reiteradamente por los motines que en los últimos cuatro meses han sido frecuentes y graves en diversas prisiones españolas. A raíz de estos incidentes, la dirección general tomó medidas que restringen disposiciones adoptadas poco después de que el actual director general se hiciera cargo de la misión que pretende cumplir.