Las pérdidas por los sucesos de los sanfermines, valoradas en 117 millones

El libro San Fermín 78-Así fue, redactado y editado por la Comisión Investigadora de las peñas de mozos de Pamplona, se pondrá a la venta durante un acto que se celebrará el próximo viernes en el polideportivo Anaitasuna, de Pamplona, en el que intervendrán representantes de las peñas y abogados asesores. Según se señala en el libro la comisión investigadora ha recogido 4.400 declaraciones: 2.549 de testigos que se encontraban en la plaza de toros en el momento de entrar la Policía Armada, 1.248 testimonios sobre hechos ocurridos en el exterior, 33 de personas que resultaron dañadas físicamente y 570 de empresas y particulares cuyos negocios se vieron perjudicados por la suspensión de los sanfermines. El total de pérdidas, según los datos que aporta el libro, ascienden a 116.991.000 de pesetas, si bien las peñas estiman que la cantidad definitiva es considerablemente mayor, ya que todos los perjudicados han declarado ante la comisión. Las pérdidas se distribuyen de la siguiente manera: Hostelería (38 millones); Casa de Misericordia (49.391.000 pesetas); peñas (6.500.000 pesetas); espectáculos (6.000.000 pesetas); viviendas particulares (5.600.000 pesetas); alimentación (4.800.000 pesetas); comercios (4.200.000 pesetas), y vehículos particulares (2.500.000 pesetas).

Por otra parte, en el informe de los cuatro abogados asesores de la comisión investigadora, que ocupa uno de los capítulos del libro, se señala que las peñas de Pamplona han formalizado un poder notarial para que su equipo de asesores jurídicos inicien las acciones pertinentes contra el ex comisario jefe de Pamplona, Miguel Rubio, al que consideran como presunto responsable de la actuación policial durante el pasado 8 de julio. Sin embargo, los abogados se lamentan en su informe de la imposibilidad para poder ejercitar acciones legales contra Fernando Avila, comandante de la Policía Armada de Pamplona.

Respecto al fallecido Germán Rodríguez, el libro asegura, en base a las declaraciones de testigos presenciales, que la bala que atravesó su cerebro, causándole la muerte inmediata, fue disparada por la Policía Armada que en aquellos momentos avanzaba por la avenida de Roncesvalles disparando con su subfusil pistola.