"La reforma penitenciaria requiere controlar a los elementos más conflictivos"

«La reforma penitenciaria puede salir si se controla a los elementos más conflictivos. No tienen por qué pagar todos por unos cuantos.» Con estas palabras se refirió al señor García Valdés, director general de Instituciones Penitenciarías, a las últimas medidas restrictivas diciendo que era necesario controlar a los presos más conflictivos, unos quinientos, de una población de 10.000, para que la reforma no se vaya al traste. En su segunda jornada de estancia en Valencia, el director general se entrevistó, por espacio de casi dos horas, con el director y funcionarios de la cárcel Modelo de Valencia. Al término de la citada entrevista, el señor García Valdés manifestó que se trataron temas de orden interior y explicó a los funcionarios los objetivos de la reforma penitenciaria, que «seguirá adelante -dijo- a pesar de la actitud agresiva de una minoría de reclusos, incapaces de una convivencia normal, y que lo único que pretenden es frenar el proyecto de reforma».

Respecto al funcionariado, de prisiones, el señor García Valdés dijo que la actitud de los funcionarios no es de boicot a la reforma. «Lo único que necesitan es que se les explique en qué consiste la reforma», dijo. Subrayó que no hay casos de corrupción entre los funcionarios y que, en ningún caso, excepto uno, se han observado anomalías entre ellos.

Respecto a la organización Copel (Coordinadora de Presos en Lucha), el director general dijo que atraviesa una crisis de identidad y que se está desmoronando, habiéndose disuelto. Añadió que, al principio, esta organización tenía aires reivindicativos, pero que se han infiltrado en ella elementos pertenecientes a grupos extraparlamentarios y elementos de ultraviolencia que pretenden que todos los días haya algún conflicto en las cárceles.