El presidente de Ensidesa rechaza las acusaciones de los trabajadores

Ante la acusación hecha por los trabajadores asturianos de que el plan de reestructuración de Ensidesa está pensado para beneficiar a la siderurgia privada en detrimento de la pública, el presidente de la sociedad, José Luis Baranda, manifestó ayer en Avilés que «de las tres plantas integrales españolas únicamente Ensidesa está invirtiendo en estos momentos para corregir definitivamente el desequilibrio de productos, lo que será un factor más para mejorar sus resultados». Sobre la exigencia formulada por el pleno de consejos de fábrica de las factorías de Avilés, La Felguera, Gijón y Mieres, para que el tren de bandas en caliente sea instalado en Asturias, el señor Baranda respondió: «Esa decisión, el cuándo y el cómo, es un problema de Gobierno. Sólo en el marco de una política industrial nacional, que establezca un orden de prioridad a las inversiones para corregir rápidamente el drama del desempleo, podrán tomarse decisiones acertadas sobre la conveniencia o no de instalar en España un nuevo tren de bandas. Pero en el supuesto de que esta decisión sea positiva, nada de lo que ahora propone Ensidesa para superar los próximos anos cierra el camino a favor de su instalación en Asturias.»

«¿Se atrevería alguien a proponer -se preguntó- que estemos de brazos cruzados ante la situación económica de la empresa, ante la incertidumbre del mercado, ante la necesidad de colocar nuestras producciones y productos? En su opinión el problema de las cuencas mineras no afectará al personal. «En Mieres -dijo- es evidente que está agotada la vida de sus baterías y que habrán de ser paradas, pero sus trabajadores quedarán vincu lados a la empresa por su contrato de trabajo, y en atención a las condiciones socioeconómicas de la zona, para el momento en que las baterías se paren se estarán instalando nuevas naves en el suelo industrial para dar ocupación a un número razonable de trabajadores. Y lo que digo de Mieres vale también para La Felguera.» Para el señor Baranda, el plan de reestructuración no sólo no hipoteca el futuro en Ensidesa sino que, por el contrario, prepara a la empresa para que pueda tener el máximo protagonismo en el futuro.

«Pretendemos -añadió- reducir drásticamente las pérdidas de la empresa, aprovechando la posibilidad de potenciar sus instalaciones más modernas y parando paulatinamente aquellas que nadie duda no pueden continuar. Es un plan cuyo coste social es estrictamente el de la movilidad del personal, como condición esencial para la supervivencia de la empresa y del empleo. Sólo así será posible que dentro de cuatro años podamos contar con una empresa comparable a las más avanzadas de Europa, con las que vamos a tener que enfrentarnos, nos guste o no.» Finalmente, ante la solicitud de su dimisión, formulada por el plenario de los consejos, explicó que lleva muchos años al servicio de Asturias y de la industria para desertar precisamente en los momentos más difíciles.