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El matrimonio de Cristina Onassis y Serguei Kauzov extraña a los rusos

La boda de Cristina Onassis y el funcionario soviético Serguei Kauzov ha extrañado a los rusos. Víctor Louis ha detectado en diversos sectores de la opinión pública de la URSS la creencia de que quizá Kauzov ha resultado encandilado por el dinero de la heredera del imperio de Aristóteles Onassis. Después de la boda, que se celebró el pasado martes en Moscú, el citado periodista analiza la situación en que ha quedado la mujer del anterior matrimonio de Kauzov y los comentarios que circulan en la Unión Soviética.

La increíble historia del matrimonio de la heredera Cristina Onassis con el soviético Serguei Kauzov fue conocida en la URSS a través de los comentarios de la gente, porque la prensa de Moscú carece de columnas de sociedad. Todas las personas que conocen a la ex señora de Kauzov y a su hija están asombradas. La profesora de Katya exclama: «Parece imposible. Yo estaba convencida de que iban a pasar juntos las vacaciones en Crimea, tal como lo habían planeado. Katya estaba muy ilusionada con la idea de estar con sus padres.» Para la niña, Serguei Kauzov era un padre muy cariñoso. Acostumbraba a recoger a la niña en el colegio diariamente. «Katya siempre corría hacia él para besarlo.»

Un matrimonio vecino del recién casado decía que todo les parece un ridículo malentendido. «Parece una broma, un error. Hace poco vimos a Serguei y Natasha juntos. Se comportaban como unos recién casados.»

Si la noticia sorprendió a los vecinos de Kauzov y a la profesora de Katya, para la familia de Natasha supuso un fuerte choque. La reacción de los vecinos y amigos es típica de la sociedad soviética, pero la familia de Natasha está horrorizada con el comportamiento y la doblez de Serguei. Esta reacción se deduce claramente por la desaparición de Natasha de su apartamento en el que se ha instalado su madrastra, Nedezhda Vasilyevna, casada con el padre de Natasha al quedar éste viudo hace ocho años. Nadezhda fue desde el principio una verdadera madre para su hijastra.

Las puertas del apartamento permanecen cerradas y nadie contesta el teléfono. Nadezhda Vasilyevna explica: «Serguei nos ha separado de su vida, Natasha sufre y lo único que podemos hacer es intentar protegerla a ella y a la pequeña Katya.»

Katya nació en París en 1969, cuando su padre estaba trabajando para la empresa soviética Sovfrakht. Cuando la familia regresó a Moscú, Natasha, una mujer joven y atractiva, daba clases de piano en un club juvenil. Tuvo un aborto y el nacimiento de Katya fue recibido con gran alegría por el matrimonio Kauzov. Katya, que desde su nacimiento tenía una naturaleza débil y ciertos problemas de coordinación, tuvo que ser enviada a los cuatro años a un sanatorio cerca de Moscú, durante seis meses al presentársele complicaciones de tipo alérgico. Posteriormente fue internada en un hospital. Cuando su médico consideró satisfactorio su estado de salud, Katya empezó a ir a un jardín de infancia mientras sus padres trabajaban.

Aunque en Moscú la mayoría de los niños asisten a un colegio cercano a su domicilio, el, de Katya está próximo al lugar donde su abuela, Nadezhda VasiIyevna, da clases de lengua y literatura rusas.

Después de unas tristes vacaciones. Katya está en Moscú con su madre. Un viaje de negocios de Serguei ha sido la explicación dada a Katya sobre la ausencia del padre.

De acuerdo con la ley soviética, Serguei tiene derecho a visitar a su hija si así lo desea, aunque la madre se oponga. Hasta que Katya cumpla dieciocho años, aquél deberá ceder la cuarta parte de su salario, que trabajando con Sovfrakht era de unos 170 rublos mensuales (16.000 pesetas, aproximadamente).

El apellido Onassis es muy conocido en Rusia, especialmente desde que Jacqueline Kennedy pasó a formar parte de la familia de Cristina. La noticia de la boda de Cristina y Serguei es la comidilla de la ciudad. Los rumores, no muy favorables para la pareja, coinciden en que la gran fortuna de la novia es un elemento importante. Los soviéticos no aprueban en general, los matrimonios desiguales, y en este caso la situación es exageradamente anormal. Resulta difícil de creer para la gente que exista por parte de Serguei un sincero y profundo amor hacia su nueva y millonaria mujer. El hecho de que Cristina sea un tipo de mujer mediterránea, en contraste con el prototipo de mujer hermosa para los rusos, rubia y de tez clara, influye también en su contra.

Es probable que Serguei tenga problemas con sus amigos, colegas y miembros del partido. Unos criticarán duramente el comportamiento de éste hacia su mujer e hija, mientras que otros temerán que si demuestran simpatía hacia los recién casados, otros piensen que es debido a la gran fortuna de Cristina.

Las segundas nupcias no son bien consideradas en Rusia. Como éste es el tercer matrimonio de Cristina, la opinión general es que es «un capricho más, que solamente pueden permitirse los millonarios».

Los preparativos para la boda han sido clandestinos y apresurados, sin la alegría que normalmente brinda la ocasión. El chiste más popular era que los invitados no llevarían regalos, sino que los recibirían. Esta broma tiene un cinismo sin malicia, típico del pueblo ruso. No hay duda que todas las simpatías del hombre de la calle están con la mujer abandonada por unos millones y con «esa pobre niña» que adora a su padre.

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