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«La reforma, a medio camino»

Diario 16«(...) La aprobación por el Congreso (de la nueva ley de Policía) añade un espaldarazo democrático a los intentos de adaptación necesarios para que las fuerzas de orden público se adecúen a los cambios operados en el sistema político y en toda la sociedad española. El texto legal se queda, sin embargo, corto en algunas de sus previsiones y carece de la ambición necesaria para abordar los problemas en un horizonte duradero. Su destino para ser efímero, puesto que la Constitución establece que habrá de elaborarse una ley orgánica para las fuerzas de orden público, donde deberán resolverse las cuestiones que ahora quedan pendientes. Entre los rasgos más positivos de la ley merece subrayarse la expresa definición de las tareas burocráticas de trámite y colaboración que exige el desarrollo propio de la función policial. Dichas tareas quedan encomendadas con exlusividad a los Cuerpos Administrativo y Auxiliar de Seguridad, no pudiendo ser ejercidas en lo sucesivo por los componentes del Cuerpo Superior de Policía, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Con estas prescripciones se ganarán para el servicio activo, que les es propio, apreciables contingentes humanos hoy sumidos en el marasmo burocrático. La operatividad habrá dado un gran paso (...)(...) Las nuevas previsiones respecto a la jubilación están llamadas a tener enorme trascendencia. Téngase en cuenta que la jubilación voluntaria se abre a lo sesenta años y la forzosa se producirá, en todo caso, al cumplir el funcionario del Cuerpo Superior de Policía los sesenta y dos.

He aquí algunas cifras significativas de la actual estructura de edades: el número de funcionarios en activo con sesenta y cuatro años es de 130; con sesenta y tres, 145; con sesenta y dos, 174; con sesenta y uno, 195, y con sesenta, 213. Son, por tanto, 857 los funcionarios de inmediata jubilación, lo que representa algo más del 10% de la plantilla. Si se tiene en cuenta, además, que hasta ahora en la atribución de puestos jerárquicos ha primado la antigüedad del escalafón sobre los valores de competencia profesional, se podrá valorar mejor la importancia de este rejuvenecimiento que la ley implica.

¿En definitiva, las campañas polémicas sobre la destitución de Conesa pierden mucho sentido cuando faltan escasísimos meses para que su jubilación natural sea inexorable?»

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29 julio

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