Las primeras horas de la nina Brown
La niña Brown tiene unas manos minúsculas. un pelo rubio y rebelde. un apetito voraz y unos pulmones poderosos. Sus llantos se oyen a todo Io largo del corredor del hospital.Las felicitaciones no dejan de llegar al hospital. Hay telegramas de familiares y extraños, así como un reealo de las enfermeras en forma de gran corazón rojo.
El doctor Edwards, que ayudó al gínecólogo Patrick Steptoe en este parto excepcional, se hallaba sentadojunto a Lesley cuando ésta se despertó después de dar a luz. Por la mañana un telegrama de la familia Edwards expresaba la felicitación de otras muchas familias británicas.
Después de meses de,ansiedad, Lesley estaba eufórica. La mayor parte de la mañana la pasó durmiendo. De cuando en cuando miraba a su hija. Por la tarde, Lesley se sintió lo suficientemente fuerte como para sentarse, rodeada de ramos de rosas. Copió en sus brazos a la niña. la abrazó y dijo maravillada: «Qué hermosa es. qué pequeña qué perfecta
La niña está siendo alimentada con biberón hasta que Lesley Brown se encuentre lo suficientemente fuerte como para amamantarla.
John Brown el padre, recuerda los primeros minutos de vida de su hija. Es un hombre muy sentimental. aunque aparenta una fortaleza que en realidad no posee. La timidez de ambos ha tenido que ser vencida durante los últimos meses. Sus contactos con los médicos. con los periodistas y con quienes se han interesado por el desarrollo de este embarazo singular han acabado con esa timidez primitiva.
Esta fortaleza se rompió cuando John vio por primera vez a su hija. Su sorpresa fue grande cuando descubrió que su hija no permanecía en la incubadora. sino que era trasladada por una enfermera a una cuna, después de estar durante muy poco tiempo en una incubadora. «La niña estaba allí. envuelta en una sábana de muselina. con sus manitas cubiertas de modo que no pudiera dañarse la cara. Todavía no he visto sus ojos abiertos. pcro sé que tiene una complexión física maravillosa.»
Cuando abandonó el hospital John Brown paseó bajo la lluvia para calmar sus nervios.
Hasta ahora, John Brown había avudado a su esposa para que ésta cumpliera su obsesivo deseo de tener un niño. Cuando ambos se trasladaron desde Bristol a Oldhani para que Lesley se, sometiera a las primeras ex ploraciones. vivieron en su propio automóvil, porque no tenían dinero suficiente como para acudir a una Fiensión.
Al final de la experiencia, John Brown comentó ayer: «Desearía que Leslev tuviera otro hijo. No cambiaría ni un segundo de todo lo que ha ocurrido durante los últimos meses. Sé que la opinión de mi esposa es la misma. Volveríamos a vivir todo esto mañana mismo si fuera preciso.»
El matrimonio Brown no piensa cambiar su vida. Volverá con sus vecírios de Bristol. después de pasar unasvacacíones en el distrito de Los Laios. el lugar cionde veranean los burqueses británicos. En realidad. el padre de la niña Brown lo único que quiere es retornar a su normalidad a su trabajo en los puntuales ferrocarriles británicos. El sueño de su vida. que ya se ha cumplido. eleviene así en algo que también se convierte en un sueño. Ahora deben afrontar la responsabilidad de tener al primer niño del mundo que nace tras un complejo proceso científico que abre esperanzas ginecológicas.
En las declaraciones a la prensa, John Brown ha sido especialmente sentimental. La emoción con la que ha recibido el nacimiento de su hiJa lo traslada repetidamente a sus relaciones con Lesley, de quien hace reiterada y pública declaración de amor.
Los miembros del hospital de Oldham que han atendido a su mujer también reciben repetidamente el homenaje de este empleado de los ferrocarriles, que pasa a la historia médica como uno de los principales protagonistas de un experimento trascendental.
De otro lado, el abogado de la señora Brown reaccionó ayer ante un posible intento del Gobierno inglés de pasar la película de¡ parto por televisión. La señora Brown, que permitió la filmación de la operación. ha manifestado su deseo de que la película no se use en los veintiocho días posteriores al nacimiento de su hija y que determinará las condiciones y formas en que las imágenes podrán ser distribuidas.
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