Feminismo e histeria
Parece que asistimos a una oleada de histerismo disfrazada de feminismo (porque no creo que las dos cosas sean iguales). Así, por ejemplo, porque doña Esperanza Nieto fue, según dice, vapuleada sin motivo por un «pseudo paranoico», es decir, por un «falso» loco: concluye que «cualquier hombre, en cualquier momento ... » puede hacer lo mismo, ya que las mujeres se encuentran «siempre a expensas (quiere decir. expuestas) de agresiones verbales y físicas de locos y no tan locos».Todas estas sandeces en realidad expresan lo siguiente: actualmente es frecuente la inhibición de la gente ante peleas y agresiones callejeras. La gente prefiere no meterse en jaleos, y lo mismo que puede haber sido la agredida doña Esperanza lo son en muchos más casos, personas de toda edad y sexo.
El fenómeno es consecuencia del creciente egoísmo y desinterés de la gente por su prójimo, así como de las tensiones crecientes, y a menudo insoportables, de la vida en las grandes ciudades, del aumento de la miseria. etcétera. Pero doña Esperanza prefiere no pensar y salir con histerias.
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