Mort Copenhaver
un norteamericano de Phoenix (Arizona), ha cumplido el sueño de su vida: tener un castillo propio. Lo construyó él mismo, roca a roca, utilizando un martillo perforador. Levantó con toda la paciencia del mundo los muros, las almenas y los sótanos de la edificación en una colina que domina la ciudad citada. El resultado es un castillo muy acogedor al que no le faltan los calabozos, los pasadizos secretos y unos muros que alcanzan en algunos lugares los dos metros de espesor.
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